Holanda reúne un bloque crítico a la propuesta franco-alemana de presupuesto común europeo

El ministro de finanzas holandés, Wopke Hoekstra, argumenta que «no está claro cómo ayudará y por qué iría en interés de los holandeses

A la izquierda, el ministro de finanzas holandés Wopke Hoekstra, y su homólgo portugués Mario Centeno REUTERS

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«Menos que convincente». Este ha sido el comentario a través de Twitter del ministro de finanzas holandés, Wopke Hoekstra , que mantendrá conversaciones con otros ministros europeos en los próximos días para discutir «una cooperación económica y financiera más fuerte dentro de Europa». En estas conversaciones espera reunir un bloque crítico respecto a la propuesta franco-alemana de un presupuesto común europeo, presentada el pasado lunes en el Eurogrupo. «Es importante unir fuerzas para este tipo de temas», ha sugerido en la red social.

Hoekstra, cuyo país es uno de los más reticentes a una mayor integración económica, cuestiona la propuesta de Merkel y Macron argumentando que «no está claro cómo ayudará y por qué iría en interés de los holandeses». Su búsqueda de apoyos para la resistencia se desarrolla contra reloj, porque en lo que respecta a la unión bancaria y al refuerzo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) «entre el 90% y el 95% del trabajo está finalizado», según el titular de Finanzas alemán de cara a la cumbre de diciembre, incluido un «amplio respaldo» para introducir en las emisiones de bonos «cláusulas de acción colectiva con cláusulas de agregación simple» (CACs), que facilitarían obligar a los inversores privados a asumir pérdidas.

Sobre la unión bancaria , los ministros están de acuerdo en introducir el cortafuegos para el Fondo Único de Resolución antes de 2024 siempre que se hayan reducido lo suficiente los riesgos de la banca, aunque aún deben cerrarse detalles sobre la gobernanza de este mecanismo. Este se utilizaría como último recurso para garantizar que las resoluciones de bancos a nivel europeo se costean sin dinero del contribuyente. En este contexto, los ministros confían en acordar en diciembre un «paquete sustancial» de medidas para reforzar la resistencia de la eurozona ante futuras crisis.Hoekstra se ha puesto ya en contacto con el resto ministros de los países del Benelux y de los países nórdicos. El ministro de finanzas de Francia, Bruno Le Maire , ha anunciado por su parte una invitación al holandés para discutir los temas relacionados con la propuesta de presupuesto de la Eurozona. Además de en los Países Bajos, sigue habiendo preocupaciones en otros países, incluidos los estados nórdicos y bálticos, Austria y Finlandia, según fuentes alemanas en Bruselas. «También hay críticas por parte de Italia, que por su negativa a cumplir con la normativa europea, sospecha que nunca podrá acceder a las nuevas ayudas»; señalan esas mismas fuentes, en referencia a las inversiones que podrá hacer la zona euro con el nuevo presupuesto pero que estarán condicionadas a que el país receptor cumpla con lo acordado en Europa.

El Gobierno alemán, mientras tanto, habla de «optimismo», en palabras del ministro de Finanzas Olaf Scholz. La canciller Merkel ha recibido hoy en Berlín al primer ministro de Dinamarca, Rasmussen . Junto a cuestiones bilaterales y consensos sobre el Brexit, han tenido ocasión de exponer diferencias y buscar compensaciones que no han comentado, sin embargo, ante los periodistas, en su comparecencia en la Cancillería de la capital alemana.

El grupo crítico reunido en torno a la resistencia holandesa considera que «una Unión Económica y Monetaria más fuerte requiere en primer lugar y por encima de todo acciones decisivas a nivel nacional y el cumplimiento total de nuestras normas comunes». Insisten estos países en que «cada miembro de la Eurozona debe reforzar su propia economía y se oponen a que se transfieran competencias nacionales importantes a la UE». Subrayan que hay que centrarse en las iniciativas que tienen mayor consenso entre los países, en particular completar la unión bancaria y convertir el Mecanismo Europeo de Estabilidad (el MEDE, fondo de rescate de la eurozona) en un Fondo Monetario Europeo, pero en lo que respecta al presupuesto común, consideran que “no hay ninguna prisa”.

Además, sobre unión bancaria, solo se muestran convencidos de mantener discusiones técnicas sobre el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos, principal pieza pendiente en el proyecto pactada desde 2015 pero aún sin implementar. El resto de las reformas, entienden, deberían solamente comenzar cuando los países hayan reducido lo «suficiente» los riesgos de sus sectores bancarios. En cuanto al MEDE, están abiertos a convertirlo en un Fondo Monetario con mayor responsabilidad en los futuros rescates financieros, pero advierten que «la toma de decisiones debe permanecer firmemente en manos de los Estados miembros», manteniendo la estructura intergubernamental sin incluir al MEDE en los tratados europeos, opción que prefiere la Comisión y que supondría, entre otras cosas, un mayor escrutinio parlamentario.

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