Che Guevara: la fría máquina de matar

Comandante en la revolución cubana

Ernesto Guevara, en una imagen icónica con un habano ABC

Gabriela Ponte

El odio intransigente al enemigo era el mantra de Ernesto «Che» Guevara . Comandante, revolucionario y guerrillero, cualquiera de ellas define la personalidad del hombre que se convirtió con el tiempo en una fría máquina de matar. Ernesto Guevara nace en el seno de una familia de la clase media alta de Argentina. El mayor de cinco hijos se decanta por estudiar medicina en la Universidad de Buenos Aires, después de haber sido declarado no apto para realizar el servicio militar debido a su afección asmática.

«Comandante, lo siento», le dijo el joven agente de la CIA, Félix Ismael Rodríguez, al «Che» Guevara para notificarle su ejecución. Murió en manos del Ejército boliviano el 9 de octubre de 1967, como recoge ABC.

En 1952, un año antes de graduarse, Guevara emprende un viaje por América Latina junto a su compañero Alberto Granado. Durante siete meses recorrieron Chile , Bolivia , Perú , Ecuador , Colombia y Venezuela donde comienza a forjar sus ideas sobre las desigualdades sociales y el capitalismo en el continente. Regresa a Buenos Aires para finalizar sus estudios de medicina e inmediatamente inicia su segundo viaje al extranjero. Mientras está en Guayaquil (Ecuador) se interesa por la revolución que lidera el coronel Jacobo Arbenz en Guatemala y comienza a profundizar su formación marxista. En 1954 llega a Guatemala, seis meses antes del golpe de Estado e intenta trabajar como médico pero se le niega el permiso.

Durante su estancia conoce a Hilda Gadea , una exiliada peruana que colaboraba con Arbenz y que más tarde se convertiría en su esposa y madre de su primera hija. El «Che» consigue un salvoconducto para viajar a México donde se encuentra con Fidel Castro e ingresa en el Movimiento que dirige. Juntos comandan la lucha por la independencia de Cuba en la llamada «revolución cubana» de 1959 y ponen fin a la dictadura de Fulgencio Batista.

El nuevo régimen concedió a Guevara la nacionalidad y varios altos cargos sobre todo en el área económica. Su ímpetu por extender la lucha armada lo termina obsesionando. Comienza a tener diferencias con Fidel Castro y renuncia al partido, a los cargos y a su nacionalidad cubana para marcharse al Congo. En abril de 1967, después de que la CIA le dio por muerto en África se confirma que el «Che» se encontraba en Bolivia tratando de extender la revolución. Se fue a la nación suramericana a liderar un movimiento que eliminaría el capitalismo e instauraría el comunismo. El 8 de octubre un campesino lo descubre en la selva, avisa a la policía y es capturado por el Ejército boliviano, que lo retiene en una escuela del poblado La Higuera. La CIA envía agentes para confirmar que se trata del comandante e intenta mantenerlo con vida . Sin embargo, al día siguiente, el Ejército da la orden de ejecutarlo. Ocho balas entraron en su cuerpo porque debían simular que había muerto en batalla.

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