Graciela Bevacqua, ex directora del Instituto de Estadística argentino
Graciela Bevacqua, ex directora del Instituto de Estadística argentino - C. de C.

Graciela Bevacqua: «Creí que Macri quería tener estadísticas ciertas; ahora tengo mis dudas»

Entrevista con la directora del Instituto de Estadísticas argentino, perseguida en la era de Kirchner y ahora destituida por el nuevo Gobierno

BUENOS AIRES Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Gobierno de Mauricio Macri y su bandera por la transparencia y la verdad podría parecer que ha quedado a media asta después de la destitución de Graciela Bevacqua como directora técnica del polémico Indec, el Instituto Nacional de Estadística y Censo responsable, entre otros, de elaborar los datos de pobreza e inflación.

La mujer que durante el kirchnerismo prefirió perder su puesto de trabajo en el organismo y soportar una cruel campaña de acoso político y judicial, antes que mentir en las estadísticas públicas, como le exigían, se ha encontrado en tiempo récord -menos de dos meses- en una situación similar a la vivida entonces. «En enero de 2007 me dijeron que el presidente Néstor Kirchner quería mi cabeza.

Ahora, el que me despide es Jorge Todesca (titular del Indec) pero entiendo que, quien me nombró, fue el presidente Mauricio Macri».

Los diarios han destilado ríos de tinta con su destitución y raro es el columnista que no ha dedicado espacio al «caso Bevacqua».

-¿Cómo fue su despido?

-Todesca me intimó a tener un IPC (Indice de Precio al Consumidor). Lo quería en abril: «Esto no da más, te pido la renuncia», me dijo. Le pedí que lo hiciera por escrito. «Ni loco… Además, pensá en tu familia. Políticamente vas a quedar muy mal si te pido el cargo», me respondió. Horas más tarde anunciaba por televisión mi «desplazamiento».

-¿Le sorprendió?

-Lo había hecho en otras ocasiones pero siempre se quedaba en una amenaza. Antes de aceptar le advertí que disponer de un índice de precios al consumidor en menos de ocho meses era imposible si queríamos seguir los estándares internacionales y resultar creíbles. Él, inicialmente, estaba de acuerdo. Me dijo: Venimos a decir la verdad. Pero luego cambió.

-¿Cómo cambió?

-Trabajar con él resultaba desconcertante. Por lo mismo que me criticaba un día al siguiente me felicitaba. No me pedía, como en el Gobierno anterior, la difusión de datos falsos, pero exigía una metodología que sabía que no podía ser precisa. Es decir, hacer algo mal a sabiendas de que estaba mal. Exigir un índice de precios al consumidor en dos meses es el mismo mamarracho que pedía Guillermo Moreno (en alusión al ex secretario de Comercio que recibía a los ejecutivos con una pistola en la mesa, llegó a repartir guantes de boxeo en una junta directiva y a herir a un consejero de la sociedad Papel Prensa en un brazo, al arrojarle una silla).

«Me lleva a pensar que sus intenciones para elaborar estadísticas reales son dudosas»

-Con la inflación acuciando el bolsillo de los argentinos (entre 25 y 30 por ciento, depende de quien hable) y el Gobierno de Macri presionado para ofrecer un IPC, al ciudadano le resulta difícil entender que no se pueden tener esas cifras antes.

-Juan Carlos Abril, presidente del Instituto Interamericano de Estadísticas, reconoció que «lo razonable sería un año» porque se necesitan bases de referencia, pero entiende que ocho meses podían ser aceptables al ser yo la responsable, por mi experiencia. Propuse salir a explicar a la opinión pública por qué ese plazo mínimo era necesario. Sugerí reuniones con legisladores, universidades, ONG, prensa especializada y técnicos internacionales para que ayudaran a explicar la situación. No me dejaron.

-¿Consultó al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, del que depende el Indec?

-Lo planteé, pero Todesca me dijo: Te lo prohíbo. Soy tu jefe. Le respondí: ¿Querés un país en serio o uno bananero? Lo cierto es que, finalmente, la persona que me reemplaza, Fernando del Cerro, es la misma que Prat Gay denunció en 2013 por «manipulación de índices».

-¿Qué credibilidad van a tener, dentro y fuera de Argentina, las estadísticas? ¿Cómo van a saber cuántos pobres hay de verdad o la inflación real cuando parte de la deuda va ligada a ésta?

-Si siguen por ese camino nadie les va a creer. ONU y OIT no lo considerarán verosímil. Del FMI dudo porque no fue lo riguroso que debía con el anterior gobierno, pero igual algo dirán... El Indec está destruido. No hay nada. Todas las estadísticas públicas de Argentina están bajo sospecha. Son irregulares, les falta calidad y están manipuladas. Nosotros teníamos que empezar de cero para poder hacernos responsables de cada dato.

«Voté por Macri. Confiaba en él, en su equipo técnico. Creí que tenía vocación sincera de arreglar el Indec. Ahora tengo mis dudas»

-El Gobierno dice que encontró miles de «ñoquis» (funcionarios que únicamente van a fin de mes a cobrar) y militantes o cargos sin atribuciones. ¿Vio algo similar en el Indec?

-El primer día que fui había diez personas en una oficina y al siguiente cien… Me sorprendió y me resulta sospechoso que Jorge Todesca no echara a quien tenía que echar pero despidiera a gente perseguida (por el kirchnerismo). Dejó sentados, físicamente, al lado de sus perseguidores a los profesionales que volvieron. Eso me lleva a pensar que sus intenciones para elaborar estadísticas reales son dudosas. Lo más grave es que, aunque algunos no querían, yo les convencí de volver segura de que era la única oportunidad de reconstruir el Indec. Ahora se necesitarán demasiados años para lograrlo.

-¿Le recordó esta situación a la vivida en el kirchnerismo?

-Guillermo Moreno me decía que tenía que ser patriota y Todesca: «Pensá en la patria». Hablar con éste era como hacerlo, por las descalificaciones y el maltrato, con el primero. En 2007 Beatriz Paglieri, mi jefa, colocó mis cosas en unas cajas y me fui. Ahora me pidieron dejar todo y volver en un par de días, pero al siguiente vaciaron mi oficina. A los directores interventores (herencia del kirchnerismo) les dieron 48 horas.

-¿Votó a Mauricio Macri?

-Sí, lo hice en segunda vuelta porque en primera no estaba en Argentina. Confiaba en él, en su equipo técnico. Creí que tenía vocación sincera de arreglar el Indec. Ahora, tengo mis dudas.

Ver los comentarios