El ex secretario británico de Defensa y candidato de la dirección Conservador , Liam Fox ,
El ex secretario británico de Defensa y candidato de la dirección Conservador , Liam Fox , - REUTERS

Graban a un ministro pro Brexit diciendo que su país se ha vuelto «vago y gordo»

Liam Fox, un duro euroescéptico, acusa a los empresarios de jugar al golf en vez de buscar mercados

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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El Brexit, y el equipo que ha organizado para gestionarlo, comienzan a darle grandes quebraderos de cabeza a Theresa May, que ha tenido una mala semana. En primer revés llegó en la cumbre del G20 en China, su primera gran cita internacional, donde Obama y las autoridades japonesas vertieron sendos jarros de agua fría sobre sus planes de futuro en relación a Europa. Dos días después, se vio forzada a desautorizar a su ministro para la Salida de la UE, el eurófobo David Davis, por haber dado por hecho en el Parlamento que el Reino Unido tendrá que dejar el mercado único europeo. Pero no hay dos sin tres: la semana se ha cerrado con una gran polémica al destapar «The Times» un grabación en la que otro duro del Brexit, el ministro de Comercio Exterior, Liam Fox, califica a Gran Bretaña de «nación gorda y vaga» y acusa a sus empresarios de dedicarse a jugar al golf, en vez de buscar acuerdos comerciales.

Fox, de 54 años, situado en el ala derecha del Partido Conservador, fue uno de los aspirantes a la sucesión de Cameron, a pesar de sus turbios antecedentes. En 2010 fue nombrado ministro de Defensa y solo duró un año. Cameron se vio forzado a apartarlo al revelarse que había otorgado pleno acceso al ministerio a un amigo suyo, un lobista al que incluso invitaba a los viajes oficiales. Aun así, May lo nombró ministro, como un modo de lavar la cara ante los votantes del Brexit, toda vez que ella se había situado a favor de la permanencia.

El ministro fue grabado el jueves en una reunión en los Comunes con militantes conservadores de una asociación thacherista, Conservative Way Forward. Mientras tomaban unas bebidas, el titular de Comercio Exterior se soltó y arremetió contra el Reino Unido y contra su empresariado: «Este país no es la nación comercial que fue. Se ha vuelto demasiado vaga y gorda debido al éxito de las generaciones precedentes. Las empresas podrían contribuir a la prosperidad nacional, pero han elegido no hacerlo, porque es difícil, porque lleva tiempo o porque no pueden jugar al golf el viernes a la tarde».

Fox ha sido desautorizado por el Número 10. El Gobierno se ha desmarcado de sus opiniones diciendo que «expresaba claramente puntos de vista privados». La oposición laborista califica sus declaraciones de «completo error» y le reclama que se disculpe ante los empresarios, sobre todo porque se trata de un ministro encargado de apoyarlos. La asociación de pequeñas empresas se ha sumado a las críticas y también un emprendedor de éxito, Richard Reed, el fundador de las bebidas Innocent, un europeísta que fue vicepresidente de la campaña del Remain. «Lo que ha dicho es absolutamente enojoso. Además, él no ha hecho un negocio en su vida», le reprochó Reed.

Los portavoces de Fox se han limitado a recalcar su compromiso con las compañías británicas y que tratará de apoyarlas ante «las oportunidades que ofrece el Brexit».

La cuestión europea ha comenzado a suscitar disensiones en el seno del Gobierno de May. El ministro de Economía, Philip Hammond, un moderado que hizo campaña por el Remain, aboga claramente por mantenerse en el mercado único. Esta semana incluso ha llegado a anticipar que si se endurecen los controles de inmigración los banqueros y ejecutivos europeos quedarán exentos de ellos. Hammond quiere salvar a toda costa el pasaporte europeo de la City de Londres. Un punto de vista que choca frontalmente con el Fox y David Davis, que propugnan una salida brusca y completa de Europa.

Pero es que además los ministros brexiters tampoco se llevan bien entre sí. Esta semana se ha filtrado una carta de Fox en la que acusa a Boris Johnson, el titular de asuntos Exteriores, que fue cara estelar de la campaña del Leave, de estar «más preocupado por la cartografía que por los negocios». Achaca a Boris que atienda más a la diplomacia clásica con otros países que a buscar oportunidades comerciales. Como decía la canción de The Beatles, a May le aguarda un «largo y tortuoso camino» hasta dejar la UE. Si es que al final realmente la dejan…

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