El Gobierno otorga a los miembros de la generación Windrush la ciudadanía británica

Los imigrantes caribeños comenzaron a recibir cartas de despido o a ser rechazados por «residir de forma ilegal en el país»

Inmigrantes caribeños de la generación Windrush participan en una protesta en Londres EFE

IVÁN ALONSO

La ministra del Interior Amber Rudd confirmaba la noticia. A todos aquellos que pertenezcan a la generación Windrush se le otorgará la ciudadanía británica.

Todo tras el escándalo desvelado por la prensa inglesa y que el Gobierno está intentado capear como puede tras haberse disculpado en varias ocasiones con los afectados y países de origen de estos inmigrantes que llegaron a Reino Unido hace más de 50 años.

El Ejecutivo de May trata ahora de compensar el daño hecho a estos ciudadanos y a sus familias, que como reconoció la propia Rudd, han vivido experiencias «desgarradoras» tras «ayudar a reconstruir la Gran Bretaña de postguerra» . Por lo que se ha comprometido a corregir los errores que su Gobierno ha cometido. «Estoy personalmente comprometida a resolver esta situación con urgencia. Por supuesto, una disculpa es solo el primer paso para corregir los errores que estas personas han sufrido», aseguraba la titular de interior en la Cámara de los Comunes.

El Gobierno ha afrontado, desde que salió a la luz este escándalo , numerosas críticas desde todos los ámbitos de la sociedad británica «son británicos en todos los aspectos, excepto en el legal, y esto nunca debería haberse permitido», ademitía Rudd en el Parlamento.

Por eso el Gobierno se hará además de cualquier cargo económico que supone pedir el pasaporte británico y acceder a la nacionalidad a aquellos que volviesen a sus países de origen obligados por las duras leyes de inmigración del Ejecutivo, sobre todo cuando la propia Theresa May era ministra del Interior y endureció la normativa en este sentido.

Para acceder a la nacionalidad británica se debe pasar un examen de inglés y unas pruebas de conocimiento sobre el país, algo que el Gobierno ha asegurado no tendrán que hacer tanto estos miembros de la generación Windrush como sus familias. Aparte se les compensará económicamente a aquellos que hayan tenido problemas, aunque los detalles de quien tendrá derecho a estas ayudas aún no son públicos.

Un primer paso que ha sido bien acogido por las asociaciones de derechos humanos británicas y que están ayudando a los afectados por este problema.

Este plan se aplicará no solo a las familias de los inmigrantes caribeños que llegaron al Reino Unido entre 1948 y 1973, sino que se hará extensible a cualquier persona de otros países de la Commonwealth que se asentaron en el Reino Unido durante el mismo período.

Un escándalo que surgió cuando decenas de miembros de esta generación Windrush comenzaron a recibir cartas o a ser rechazados en trabajos por, según el Ejecutivo, residir de forma ilegal en el país. Denunciado por los medios de comunicación británicos, el meollo del asunto estaba en que la documentación oficial de muchos de ellos es inexistente. Al haber llegado hace al menos 50 años siendo niños y con el pasaporte de sus padres, los propios afectados pensaban que no necesitaban tramitar sus papeles después de que en 1971 haberse aprobado una ley que autorizaba la permanencia de los ciudadanos de países de la Mancomunidad de Naciones que ya vivían en Reino Unido.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación