Francia venderá 300 Airbús a China por 30.000 millones de euros
Emmanuel Macron aspira a liderar una suerte de «resistencia» europea contra las crecientes ambiciones chinas en la nueva geografía económica mundial
Pekín comprará 300 Airbús, por un montante de más de 30.000 millones de euros, han anunciado al alimón, durante una conferencia de prensa celebrada en el Elíseo, la tarde del lunes, el presidente de China, Xi Jinping, y Emmanuel Macron , presidente francés, que había «preparado» el anuncio con una ceremonia excepcional al pie del Arco del Triunfo, ante la tumba del soldado desconocido.
Airbús es un consorcio europeo, pero Francia ocupa un puesto privilegiado en la dirección del grupo, cuya sede se encuentra en Toulouse, en el sur-oeste francés.
Varias empresas de Estado chinas se han comprometido a comprar 290 Airbús A320 y 10 Airbús A350. Desde la óptica francesa, se trata de un «gesto estimulante». Desde la óptica china se trata de un «gesto de buena voluntad comercial, entre aliados que tienen relaciones privilegiadas».
Emmanuel Macron aspira a liderar una suerte de «resistencia» europea contra las crecientes ambiciones chinas en la nueva geografía económica mundial. Angela Merkel , canciller alemana, y Jean-Claude Juncker , presidente de la Comisión europea, participarán este martes en una reunión excepcional, con Xi Jinping y Emmanuel Macron, en el Elíseo, con el fin de perfilar los matices de una relación «privilegiada y equilibrada». París y Berlín desean que Pekín «abra» sus mercados a los exportadores europeos.
Antes de anunciarse de forma oficial y muy solemne el nuevo acuerdo comercial con Pekín, Emmanuel Macron ofreció al presidente chino otro tipo de gestos de «buena voluntad»: ceremonia solemne al pie del Arco del Triunfo, ante la tumba del soldado desconocido, con un despliegue excepcional de los antidisturbios, represión selectiva de las manifestaciones de tibetanos y uigures que pretendían denunciar la tiranía política china, cierre de todas las estaciones de metro de los Campos Elíseos, para «yugular» las protestas callejeras, bloqueo del tráfico en el corazón de París, víctima de la comitiva oficial china y su llamativo servicio de seguridad, tan discreto como marcial.
