Francia llama a consultas a su embajador en Italia por la polémica con Di Maio y los chalecos amarillos

El Ministerio de Exteriores destacó que «desde hace meses Francia es objeto de repetidas acusaciones y ataques sin fundamento»

Juan Pedro Quiñonero

El Gobierno de Emmanuel Macron ha llamado a consultas a su embajador en Roma, denunciando unas «injerencias» que abren una crisis sin precedentes entre Francia e Italia, con muchos flecos europeos: inmigración, elecciones europeas, populismos, chalecos amarillos.

En su origen último, la crisis comenzó a tomar una dimensión cancerosa cuando el presidente francés se presentó como líder europeo contra los partidos y regímenes que él denunció como iliberales y populistas.

La formación de un gobierno de coalición en Italia, el 2018, con el liderazgo del Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la participación de Liga Norte (LN) y Forza Italia (FI), entre otras formaciones, aceleró los enfrentamientos de todo tipo: conflictos fronterizos relacionados con la inmigración clandestina, declaraciones intempestivas de Matteo Salvini, hombre fuerte del gobierno italiano, choques permanentes en todos los consejos europeos, incipiente lanzamiento de la campaña de las elecciones europeas del mes de mayo próximo.

El estallido de la crisis de la franquicia de los chalecos amarillos , el mes de noviembre pasado, y su prolongación indefinida, hasta hoy, ha terminado precipitando un enfrentamiento sin precedentes entre dos de los miembros fundadores de la Unión Europea (UE).

Hace días, Matteo Salvini, resumió la crisis en términos de rara brutalidad diplomática: «Macron ya no es mi adversario. Es un problema para los franceses. Los chalecos amarillos son la gran esperanza de Francia. Espero que pongan fin al mandato de Macron». Desde esa perspectiva, Luigi di Maio , vice primer ministro italiano y líder del M5E, se entrevistó con varios representantes auto proclamados de las facciones populistas de extrema derecha de los chalecos amarillos, invitándolos a «integrarse» o «colaborar» de alguna manera, por precisar, en la campaña de las elecciones europeas.

Situación sin precedentes

El ministerio francés de Asuntos Exteriores ha reaccionado llamando a consultas a su embajador en Roma y publicando un comunicado oficial que describe la situación de este modo: «Se trata de injerencias intolerables, creando una situación sin precedentes desde el fin de la Segunda guerra mundial. Estar en desacuerdo por algo es una cosa, pero instrumentalizar una relación con fines electorales es algo distinto. Violan el respeto debido a la elección democrática, hecha por un pueblo amigo y aliado. Violan el respeto que se deben entre ellos los gobiernos democrática y libremente elegidos».

Con la llamada a consultas de su embajador en Roma, Macron toma posiciones ante la guerra electoral que comienza, aspirando a liderar a las familias francesas y europeas que defienden «el orden y la sociedad liberal», amenazados, a su modo de ver, por los regímenes y partidos iliberales y populistas. La internacional socialdemócrata y el Partido Popular Europeo (PPE) quizá estén condenados a entrar en la misma batalla continental.

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