Esa gigantesca montaña de carteles electorales es una montaña de contaminación por ser carteles de plástico. Pero en Manila, la capital de Filipinas van a reciclar hasta el último cartel electoral. Los transportan hasta una planta de reciclaje. Miles de carteles de campaña se exhibían en pueblos y ciudades. Un desecho de plástico convertido en una apuesta por el medio ambiente. Y este es el resultado...adoquines. En solo dos días 120 camiones llegaron cargados de carteles y pancartas electorales. Se transforman en granos de plástico y después en ladrillos. Con lo que se ayuda a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, asegura.Filipinas ya trabaja en su promesa de reducir un 75 % sus emisiones para 2030.-Redacción-
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