Esta vez voto

Voluntarios con estrella

Gonzalo, Pablo, Julia, Hugo, Alexis... son algunos de los 3.500 españoles de la plataforma «Esta vez voto», que anima, sobre todo a los jóvenes, a votar en las europeas

F.J. Calero

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«¿Va a votar usted en las europeas?, ¿quiere pedirle un deseo a la UE?», pregunta Gonzalo Rodríguez (25 años) a los paseantes de la concurrida Puerta del Sol, a pocos metros de un Mickey Mouse de metro ochenta y entre cientos de turistas y vecinos con mucha prisa. A pie de calle, como otros 24.000 europeos (de ellos 3.500 españoles) de la campaña ciudadana impulsada por el Parlamento Europeo « Esta vez voto », este joven madrileño, de prácticas en una consultora, trata de animar el voto para las elecciones europeas del próximo 26 de mayo. Algunos de sus amigos, que no sabían ni cuándo son los comicios, le toman el pelo por su activismo europeísta: «Joder, Gonzalo, lo que tienes que hacer para ligar», recuerda entre risas. Junto a otros jóvenes europeístas, ha organizado concursos en pubs para dar a conocer la UE y, por qué no, pasar un buen rato.

Hace 74 años que terminó la Segunda Guerra Mundial y la memoria de por qué es importante la UE se va desdibujando. La pasada semana murió Vicente García Riestra (94 años), el último español que sobrevivió al campo de concentración nazi de Buchenwald, y en febrero, Román Egea Garcés, uno de los últimos de Mauthausen.

Las nuevas generaciones dan por hecho la paz que ha traído la Unión. En las elecciones europeas de 2014, menos de 16 millones de españoles votaron, el 43,8% del censo, frente a los 25 millones que lo hicieron el pasado 28 de abril (75,7%). La media comunitaria fue de un 42,6 %, con países como Eslovaquia (13%), República Checa (18.2%) y Polonia (23.8%) registrando una participación electoral mínima.

El pasado miércoles, Josep Borrell , ministro de Exteriores en funciones de España y cabeza de lista de los socialistas para el 26 de mayo, decía en TVE que «las elecciones europeas son una buena oportunidad para hablar de Europa, porque falta hace. Sólo el 26% de los ciudadanos sabe que hay elecciones en dos semanas». Este 2019, las europeas coinciden con algunas autonómicas y municipales, como hace hace 20 años, cuando se registró el último pico de participación (63%) de unos comicios de segundo orden en nuestro país. O al menos así lo entienden nuestros políticos. De los debates televisados previos a las generales, ningún candidato, incluido el presidente en funciones, Pedro Sánchez , habló del papel de España en la UE.

Pablo Díaz Bouza, voluntario de Esta vez voto P.E.

«En Galicia solo se habla de la Unión Europea para dos ámbitos: la pesca y la agricultura. Porque nos quitan cuotas para salir a pescar y en la agricultura, porque cada vez nos da menos dinero. Y las dos son por algo negativo: nos quita dinero y de comer. No se ve lo positivo: el trazado del AVE, infraestructuras, colegios...», explica Pablo Díaz Bouza (26 años), voluntario gallego de «Esta vez voto» que desde finales de enero trabaja en Radio Coruña y donde cuenta con un podcast sobre las elecciones europeas.

A los políticos, dice Pablo, les encanta inaugurar infraestructuras, pero no decir de dónde viene el dinero. Según el portal del PE «Qué hace la UE por mí», la Comisión Europea ha asignado a Galicia 3,2 millones euros para limpiar y reparar los daños causados por los incendios forestales que asolaron esta comunidad en el verano del 2017.

El 80% de los encuestados en el último Eurobarómetro piensa que lo que nos une a los es más importante que lo que nos separa; y los más europeístas son precisamente los menores de 25 años. Sin embargo, en 2014, la media del voto joven (entre 18 y 24 años) estuvo en el 28 %, 14 puntos por debajo de la general. De los más de 400 millones de ciudadanos europeos -incluidos los británicos-, que están llamados a las urnas, muchos de ellos votarán por miedo al cambio climático, al paro y precariedad, a la inmigración, al yihadismo, al nacionalismo y a otro Brexit.

Estas elecciones serán las primeras de los nacidos en el 2000 y con la zona Schengen ya en vigor. El miedo a perder la libertad de movimiento por Europa representa uno de los principales temores relacionados a un hipotético colapso de la UE, según un estudio del think tank Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR).

Julia Fernández, voluntaria de «Esta vez voto»

No se trata solo de desilusión con las instituciones europeas en Bruselas. «En España, apenas estudiamos la UE en el colegio ni en la universidad. Todo lo que sabemos es que hay una burbuja en Bruselas en la que de vez en cuando se deciden cosas que nos afectan. Es completamente normal que los jóvenes se interesen menos por votar si no saben para qué están votando, qué efectos tiene la Unión Europea en su vida, a dónde va su voto, quiénes les representan…», comenta Julia Fernández (19 años), estudiante madrileña de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Madrid y una de las más activas de los 3.500 voluntarios de «Esta vez voto» en nuestro país.

Cuando el Parlamento Europeo presentó en Madrid la campaña el pasado noviembre, su portavoz, Jaume Duch, reconocía que una «institución por sí sola no va a conseguir nada, que es una tarea de muchísima gente». «Esta vez voto" germinó en el European Youth Event de junio de 2018, celebrado en Estrasburgo (Francia), donde casi miles de participantes impulsaron esta iniciativa inspirada en estrategias más comunes en EE.UU. para elecciones como las de medio mandato del pasado otoño, cuando vídeos de campaña como «No votes», basada en psicología a la inversa, apelaban al voto joven tras el elevado abstencionismo de anteriores comicios.

Alexis Berg, voluntario de Esta vez voto A.B.

«La UE me ha dado mejores oportunidades profesionales. Desde fuera se ve claro. Es una problemática muy grande que seamos nosotros los que pidamos a los jóvenes, los más favorecidos por la UE, que no se queden en casa y vayan a votar», resalta Alexis Berg-Rodríguez (Santiago de Cuba, 1974) quien, según sus palabras, se define como «un eurolatino afro cubano, alemán, europeo y español, toda esas mezclas juntas». Dejó su Cuba natal en 2010 para buscar mejores oportunidades de futuro fuera de la isla, donde ejercía de abogado; ahora es profesor en la Universidad Oberta de Catalunya. «Hace dos años conseguí la nacionalidad española. Mi abuelo era descendiente de alemanes. Era blanco de ojos verdes y mírame a mí, yo negro. Creo que esto forma parte de la diversidad y esencia de la UE», matiza.

La Unión no escapa del espíritu de nuestro tiempo: el desencanto de la sociedad ante las élites políticas y los partidos tradicionales. Desde 2014, los nacional-populistas han aumentado su influencia en todo el continente -están en Roma, Varsovia, Budapest y Viena- bajo los efectos de la crisis económica mundial y de la eurozona, el aumento de los flujos migratorios el referéndum Brexit y la elección de Donald Trump. Según un informe del ECFR, la próxima Eurocámara contará con un euroescéptico por cada tres diputados, pudiendo entorpecer profundamente la puesta en marcha de políticas europeas en materia de comercio, sanciones o migración.

Gonzalo Rodríguez, voluntario de Esta vez voto Ángel de Antonio

«Diría que el peor defecto de la UE es lo burocrático que parece y que es, hay muy poca cercanía a la calle y las instituciones locales. No vemos a nuestros eurodiputados. Deberían venir más y acercarnos más la UE», explica Gonzalo.

A sus 53 años, Hugo Maldonado, natural de Argentina pero que vive en España desde hace 26 años, se describe como un «voluntario compulsivo» y reconoce ser uno de los más veteranos de esta plataforma. Sobre el porqué de su implicación, a este abogado residente en Valencia le preocupan las «fuerzas políticas, nacionalistas y euroescépticas, que están dispuestas a cuestionar la existencia de la UE y la participación en las elecciones podría parar o reducir sus objetivos». Hugo fue de los primeros en la Comunidad Valenciana que se inscribió en la plataforma y de forma casi casual, explica, ha ido coordinando las actividades que se fueron organizando con las personas que se sumaron al movimiento. «Por tratarse de una campaña por «grassroots» (comunidades de base), «no puedo evaluar hasta dónde y de qué forma está llegando el mensaje. Muchos dan por garantizados sus derechos, y no es así», comenta.

Hugo Maldonado, voluntario de Esta vez voto H.M.

Por su parte, Pablo destaca el trabajo de los que no viven en Madrid para hacer la campaña más plural más allá de la presencia en Instagram y otras redes sociales. «Organizamos un acto en el Sporting Club Casino de Coruña con representantes municipales de los principales partidos y conseguimos que vinieran unas 100 personas. Fue un éxito. Solo uno de los asistentes, vinculado al nacionalismo gallego, criticaba que por defender a la UE estuviéramos olvidándonos de Galicia y los pueblos de Europa. Es el miedo a que en lo internacional se perdiese lo local», subraya.

No es que sea tanto un problema de desinterés por la política, considera Julia, como que los jóvenes crean más en acudir a manifestaciones y formar parte de asociaciones que en ir a votar. Pero tanto ella como sus compañeros lo tienen claro: «Salir a manifestarse el día siguiente de las elecciones no sirve de nada».

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