El Emperador de Japón abdica por sus problemas de salud

Después de 30 años, Ahikito cede el Trono del Crisantemo a su hijo Naruhito, cuyo reinado abre una nueva era

Foto de archivo del emperador Akihito de Japón EFE
Pablo M. Díez

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Con la salud muy delicada a sus 85 años, el Emperador de Japón, Akihito , abdica hoy en su hijo, el Príncipe Heredero Naruhito, después de tres décadas en el Trono del Crisantemo. Con todo el simbolismo que caracteriza a la monarquía nipona, la más antigua del mundo gracias a sus 1.300 años, el relevo se orquesta en una serie de ceremonias que se celebran esta semana y culminarán con la proclamación oficial del nuevo Emperador el 22 de octubre.

Akihito sucedió a su padre, el Emperador Hirohito, tras su muerte en 1989 y goza del cariño de los japoneses. Debido a sus problemas de salud, como un cáncer de próstata del que fue intervenido en 2003 y una operación de corazón en 2012, en agosto de 2016 reconoció que ya no tenía fuerzas para seguir cumpliendo con sus obligaciones. Para la conservadora sociedad nipona, que sigue venerando a la Familia Real aunque perdiera su condición divina tras la derrota en la II Guerra Mundial, el anuncio cayó como una bomba como las de Hiroshima y Nagasaki. Hasta la propia Casa Imperial, que tiene más celo por la institución que por la vida personal de los soberanos y su familia, negó que Akihito quisiera abdicar, pero luego tuvo que rectificar. Y eso que las abdicaciones no son nuevas en Japón, donde más de la mitad de sus 125 emperadores cedieron el trono en vida. Pero el último, Kokaku, lo hizo en 1817, mucho antes de que se promulgara la actual Constitución, que ha habido que reformar para este relevo.

Ceremonias cortas y cargadas de simbolismo

Hoy martes, abdicación: En la Sala del Pino del Palacio Imperial de Tokio, el primer ministro, Shinzo Abe , anunció este martes la abdicación de Akihito ante su hijo, Naruhito, y 300 invitados, entre ellos la Emperatriz Michiko y la Princesa Heredera Masako.

Mañana miércoles, herencia de tesoros: En el primer paso de su ascenso al Trono del Crisantemo, los chambelanes imperiales presentan a Naruhito los tesoros que representan a la monarquía : unos sellos estatales y privados, una espada, una joya y un espejo sagrados. Cerrado a las mujeres de la Casa Imperial, solo podrá acudir la única ministra del Gobierno Abe.

Mañana, primeras palabras: A continuación, el ya Emperador Naruhito dirigirá sus primeras palabras al pueblo nipón anunciando los planes para su reinado. A este acto sí podrán acudir su esposa y otras mujeres de la Casa Imperial.

Sábado, saludo desde el palacio: Desde las diez de la mañana del sábado, Naruhito y Masako saldrán al balcón del Palacio Imperial de Tokio para saludar a la multitud seis veces durante todo el día. Más de 100.000 personas acudieron a ver al Emperador Akihito y su esposa Michiko en 1990.

22 de octubre, proclamación oficial: Ante reyes y dirigentes de 200 países, Akhito será proclamado oficialmente Emperador de Japón sentándose en el Trono del Crisantemo, un pabellón de seis metros y ocho toneladas que se guarda en Kioto y es el símbolo de la monarquía nipona.

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