¿Cuáles son los achaques por los que Berlusconi tendrá que ser operado?

El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi ingresó este martes en el hospital San Raffaele de Milán, aquejado de insuficiencia cardiaca. Al día siguiente, la noticia copaba las páginas de medios nacionales e internacionales, a la espera de saber con todo lujo de detalle qué era lo que le ocurría al líder de Forza Italia.

Este jueves se ha conocido el desenlace: el ex mandatario será operado del corazón la próxima semana. Según ha informado su médico personal, Alberto Zangrillo, «Berlusconi ha corrido el riesgo de morir; sus condiciones eran preocupantes y él lo sabía». El «cavaliere», que en septiembre cumplirá 80 años, padece una «insuficiencia aórtica severa». Una patología en la válvula aórtica, una de las que controlan el recorrido de la sangre en el corazón y que se encarga de impedir que la sangre regrese desde la aorta al ventrículo.

Sin embargo, en la válvula de Berlusconi hay una «fuga» que no le permite cumplir con su función y que obiga a la intervención quirúrgica.

Zangrillo ha declarado que el ex primer ministro será operado durante cuatro horas a corazón abierto por Ottavio Alfieri, jefe de cirugía del Hospital San Raffaele. Su objetivo será sustituir la válvula aórtica del paciente por otra biológica. Se trata de una «cirugía cardiaca convencional que implica la circulación extracorpórea y la visión directa del corazón».

Tras la intervención Berlusconi deberá permanecer entre uno y dos días en cuidados intensivos. Después estará hospitalizado para recibir el seguimiento pertinente por parte de los médicos y necesitará un mes de rehabilitación.

Los riesgos a los que se enfrenta Berlusconi

La tasa de mortalidad para la patología sin intervención es del 10 % en un año. Es uno de los motivos que han animado a los médicos a tomar la decisión de operar.

No obstante, Zangrillo ha subrayado que la tasa de mortalidad en el caso de la intervención a la que se someterá Berlusconi es del 2 %.

El médico personal del ex cavaliere ha reconocido que cuando su paciente conoció su diagnóstico no pudo enmascarar cierto desagrado, aunque más tarde haya logrado asumirlo y lo haya afrontado con «gran coraje y determinación». Y es que el ex mandatario italiano ya había tenido con problemas del corazón; la noticia no le pillaba por sorpresa. En 2006, fue operado en una clínica de Cleveland, en Estados Unidos, donde se le implantó un marcapasos.

Además, el líder político ha vivido un periodo de estrés debido a las negociaciones de venta con inversores chinos de su club de fútbol, el AC Milan, del que es propietario desde hace 30 años.