El primer ministro italiano amenaza con dimitir y da un ultimátum a sus dos vicepresidentes

Italia es hoy motivo de gran inquietud en Europa por sus cuentas públicas y falta de crecimiento económico

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El primer ministro italiano, Giuseppe Conte , ha evocado la posibilidad de dimitir, ante las continuas peleas de los líderes de los dos partidos que forman la coalición de gobierno, los vicepresidentes Matteo Salvini, secretario de la Liga, y Luigi Di Maio , dirigente del Movimiento 5 Estrellas. Harto de las permanentes luchas que mantienen ambos, quienes parecen estar siempre en campaña electoral mientras el gobierno está paralizado, Conte les ha dado un ultimátum advirtiéndoles que está dispuesto a dimitir.

«Pido a las dos fuerzas políticas –Liga y el Movimiento 5 Estrellas- y en particular a sus líderes que realicen una clara elección y nos digan si tienen intención de proseguir en el espíritu del contrato. Sin una clara asunción de responsabilidad por parte de las fuerzas políticas, presento mi dimisión».

Ambos partidos firmaron hace ahora justamente un año ese contrato, pero los equilibrios dentro del gabinete han cambiado profundamente y hoy el Gobierno corre el riesgo de seguir con su parálisis o terminar su andadura para convocar elecciones anticipadas. De ahí el ultimátum de Giuseppe Conte, realizado en una multitudinaria rueda de prensa, seguida con expectación en el país, porque Italia se está jugando su futuro a corto plazo.

Salvini juega a primer ministro

El M5E había obtenido en las elecciones generales del 4 marzo 2018 el 32,5% de los votos, mientras la Liga alcanzó el 17 %. Estos porcentajes se han invertido completamente, en las elecciones europeas del pasado 26 de mayo: la Liga superó el 34 %, duplicando al M5E que sufrió un batacazo con el 17 %.

El gran triunfo de Matteo Salvini lo reforzó en el gobierno y el líder de la Liga se considera en teoría el primer ministro, por su posición de liderazgo político en el país, hasta el punto de pretender dictar la agenda de gobierno, anunciando medidas concretas: reducción de impuestos, inicio inmediato de grandes obras públicas y aprobación de un decreto de seguridad. Precisamente, Salvini ha conquistado a Italia por su determinación en imponer medidas de seguridad y dureza contra la inmigración, con el cierre de los puertos a los barcos de organizaciones no gubernamentales que actúan en el Mediterráneo en el salvamento de prófugos.

Pero Conte, preocupado por la imagen que está dando Italia, país que hoy es motivo de gran inquietud en Europa por sus cuentas públicas y falta de crecimiento económico, ha pedido a los dos partidos políticos una respuesta «clara y rápida» porque se debe dar «confianza a los inversores». «Las medidas que debe poner en práctica el gobierno, imponer salir de la dimensión de la campaña electora y entrar en una visión estratégica y de largo plazo, diversa del coleccionar ‘me gusta’ en la moderna ágora digital».

Grave confrontación institucional

No será fácil un clima de serenidad para sacar adelante el programa de gobierno y las exigencias que impone Bruselas. En Movimiento 5 Estrellas, un partido trasversal con militantes desde la derecha hasta la izquierda, algunas de las medidas de Salvini están en contradicción con los postulados del M5E. Este hecho se evidenció este domingo de forma muy grave, en la festividad nacional del día de la República, jornada en la que se conmemora cuando los italianos votaron en referéndum para elegir entre monarquía y república en el añ0 1946, después de la caída del fascismo. Incluso sobre esta fiesta, considerada como un símbolo casi sagrado sobre la unidad del país, los dos aliados del gobierno se pelearon.

El presidente de la Cámara de Diputados, el tercer cargo institucional del Estado, Roberto Fico, un representante destacado del ala más izquierdista del M5E, manifestó que la Fiesta de la República lo era para los italianos, por supuesto, pero sobre todo de los «inmigrantes y de los gitanos que tienen los mismos derechos». Para Salvini la declaración del presidente de la Cámara fue como una bomba. Era claramente una provocación de Fico dirigida a Salvini, que furioso reaccionó en su estilo habitual, sin preocuparse de guardar las formas institucionales: «Yo dedico la Fiesta de la República a Italia y a los italianos. Las palabras de Fico me han indignado y hacen mal a los militares que hoy han desfilado. Son gente que arriesga la vida por los italianos y por la legalidad. Y de legalidad hay poca en los campamentos de gitanos”. Se reabrió así de manera grave la confrontación en los dos aliados de gobierno. Los analistas consideran muy difícil que las palabras de Conte traigan la paz entre las dos fuerzas políticas y en el horizonte aparece la posibilidad de unas elecciones anticipadas.

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