François Fillon, en un acto de campaña este lunes en Niza
François Fillon, en un acto de campaña este lunes en Niza - AFP
Elecciones Francia 2017

El conservador Fillon se acerca en los sondeos a Le Pen y Macron

Los tres principales candidatos al Elíseo rondan el 22 por ciento en las últimas encuestas

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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A cinco días de la primera vuelta de la elección presidencial, el próximo domingo, los sondeos y los mítines de fin de campaña anuncian un duelo histórico entre partidarios de la sociedad abierta (François Fillon y Emmanuel Macron) y los defensores del búnker ultranacionalista y extremista (Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon).

Según los sondeos tradicionalmente más fiables, publicados por «Les Echos» (matutino de referencia financiera) y «Paris Match» (semanario independiente), el candidato conservador François Fillon sigue mejorando sus posiciones, –entre 21 y 19,5% de intención de voto–, cuando los favoritos, Le Pen y Macron, han retrocedido» al 22 o 23%. Si se recuerda que el margen de error de los institutos de opinión es del 2 o 2,5%, todo es posible.

Fillon puede terminar eliminando a Macron o Le Pen, abriendo el juego de la segunda vuelta, el 7 de mayo.

En cuarto lugar, Mélenchon también aspira a pasar a la segunda vuelta. Pero la suya es una esperanza quizá menos sólida. En quinto lugar, Benoît Hamon confirma el hundimiento histórico del socialismo francés, herencia trágica de la presidencia de François Hollande. Ante tales equilibrios, volátiles y cambiantes, todavía, los mítines de Marine Le Pen, Emmanuel Macron y François Fillon, la jornada electoral de Jean-Luc Mélenchon, en la noche de ayer, confirmaron de manera espectacular el histórico duelo de esta elección presidencial.

Ayer en Niza, Fillon se presentó como gran defensor de «la restauración del puesto de Francia en Europa y el mundo». Terminología canónica, en la tradición del general De Gaulle, insistiendo: «Mi objetivo es consumar las grandes reformas que necesita nuestro país para ser la primera potencia europea, dentro de diez años. El reformismo fofo o el cierre de nuestras fronteras sería un desastre que nos hundiría como nación. El abandono del euro y la vuelta al franco serían una catástrofe. Debemos reformar Francia para ser fuertes en Europa».

De Gaulle como ejemplo

En París, Macron hizo suyo el programa de lucha contra la «fractura social» que dio la victoria a Jacques Chirac en 1995 e hizo esta síntesis de su proyecto político: «Como el general De Gaulle, soy partidario de escoger lo mejor de la derecha, lo mejor de la izquierda y lo mejor del centro». En el terreno económico, Macron volvió a defender su modelo: respeto al Pacto fiscal europeo, restauración de las cuentas del Estado, reducción de impuestos para crear riqueza y gobierno de concentración, con personalidades de izquierda, centro y derecha.

En París, Le Pen comenzó su mitin insistiendo en un punto crucial: su hostilidad radical a la UE y la moneda europea común: «Los franceses están convencidos que el euro es una cadena para nuestra libertad nacional». La candidata de extrema derecha subraya el enfrentamiento histórico entre los partidarios de la sociedad abierta y el búnker nacionalista, de este modo: «Está en juego un modelo de civilización, entre el liberalismo capitalista y la defensa de nuestras fronteras».

Mientras, Mélechon se paseaba plácidamente ayer por la tarde por el Sena, en una «barcaza insumisa», intentando esquivar las críticas contra su programa de «renegociación» con la Unión Europea, defendiendo posiciones siempre próximas a Vladímir Putin, la Alianza bolivariana y el «bonapartismo» tropical, tipo Castro, Chávez o Maduro.

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