Día de los Difuntos en China
Día de los Difuntos en China - Pablo M. Díez

China celebra el Día de los Difuntos

Adecentando las tumbas y quemando dinero falso para los muertos, los chinos honran a sus familiares ausentes 15 días después del equinoccio de primavera

CORRESPONSAL EN PEKÍN Actualizado: Guardar
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China celebra este lunes su particular Día de los Difuntos, que tiene lugar 15 días después del equinoccio de primavera en lugar del 1 de noviembre, como en el mundo católico. En esta jornada, millones de familias se reúnen en los cementerios para recordar a los parientes muertos, adecentar sus lápidas y quemar todo tipo de objetos de papel para que no les falte de nada en la otra vida. Desde casas de varias plantas hasta dinero de mentira que incluye yuanes chinos y dólares americanos, pasando por figuras de cerámica con forma de comida, coches, frigoríficos, televisores e incluso teléfonos móviles.

Durante la Fiesta de Qingming, como se denomina en mandarín, hacen su agosto las floristerías y tiendas que venden los simbólicos regalos para los difuntos, donde también se comercializan urnas de madera y jade para sus cenizas.

Para evitar perder espacio por la proliferación de cementerios, la cremación es desde 1991 obligatoria por ley en China, donde cada año se contabilizan unos diez millones de defunciones, pero muchos campesinos de las zonas rurales entierran a sus difuntos en sus parcelas.

Quemados o sepultados, la costumbre manda que los muertos emprendan su último viaje con sus mejores galas, que pueden ser un traje de chaqueta o un uniforme mortuorio que llega a costar hasta 4.000 yuanes (540 euros) y consta de un abrigo y una camisa sin botones y con bordados de dragones, murciélagos y caracteres que significan «felicidad» y «longevidad». Completan el traje la ropa interior, unas zapatillas de paño, una sábana inferior amarilla que simboliza el oro, otra superior blanca que representa la plata, mantas para el ataúd y almohadillas para la cabeza y los pies. Además, los finados van tocados con un gorro redondo con una borla roja para llevarlo al cielo, no al infierno.

El simbolismo es tan fuerte y lleno de significado que la ropa masculina es de color marrón, azul o verde oscuro, mientras que en la femenina predominan el rosa y el violeta y motivos decorativos como el ave fénix. En el ataúd, donde se introducen antiguas monedas falsas, los muertos van cubiertos con una máscara blanca y portan en sus manos sendos pañuelos con oro y plata, así como un cascabel en la boca para ahuyentar a los malos espíritus en su tránsito al más allá. Previsores, muchos chinos compran su propia vestimenta fúnebre antes de morir.

Este Día de los Difuntos rinde tributo a los ancestros y a la memoria de Jie Zitui, un vasallo que sirvió al duque del Estado de Jin en el periodo de Primavera y Otoño (770-476 a.C.) y que durante su exilio se llegó a cortar una pierna para alimentar con su propia carne a su señor. Cuando el príncipe se hizo finalmente con el trono, se olvidó de recompensarlo y Jie Zitui, decepcionado, se recluyó en un bosque. Al caer en la cuenta de su error, el rey fue a buscarlo, pero el vasallo no respondió a su llamada. Para obligarlo a salir del bosque, al monarca no se le ocurrió otra cosa que quemar sus árboles. Pero Jie Zitui murió en el incendio (636 a.C.) y el rey, profundamente arrepentido, instauró el Día de la Comida Fría (Hanshi) para homenajearlo.

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