Donald Trump, durante una conversación con Vladimir Putin en el Despacho Oval de la Casa Blanca
Donald Trump, durante una conversación con Vladimir Putin en el Despacho Oval de la Casa Blanca - Reuters

La Casa Blanca reconoce que Trump exageró al denunciar que Obama le «pinchó» el teléfono

Utilizó el término entre comillas para hablar de actividades de «vigilancia» en general, explica el portavoz, Sean Spicer

Washington Actualizado: Guardar
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A medida que se iba intensificando la presión sobre Donald Trump para que presentara pruebas, se hacía más evidente la falta de solidez de su denuncia de un supuesto «pinchazo» telefónico encargado por Barack Obama. Ahora, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha dado a entender que la ínequívoca acusación que el presidente de EE.UU. lanzó por Twitter en la mañana del pasado día fue en realidad una exageración, una manera de hablar. Según la versión que ofreció ayer en su rueda de prensa diaria, Trump «usó la palabra pinchar entre comillas para referirse de manera general a vigilancia y otras actividades». «Él no piensa que el presidente Obama fuera y pinchara su teléfono personalmente», trató de aclarar.

Lo que dijo literalmente el actual mandatario estadounidense y que sigue visible en su cuenta de Twitter, fue que acababa de descubrir que Obama hizo que le «pincharan» sus comunicaciones en la Torre Trump. Sin explicar en qué se basaba, acompañó la denuncia con altisonantes comentarios, equiparando las presuntas prácticas de su predecesor al «mccarthismo», la caza de brujas contra los sospechosos de comunismo en los años 50, y al escándalo de espionaje político de «Watergate», que llevó al presidente Richard Nixon a dimitir en 1974.

Al día siguiente, la Casa Blanca informó de la petición de Trump de que los comités de Inteligencia del Congreso abordaran, dentro de la investigación que llevan a cabo sobre las actividades rusas, si el Ejecutivo abusó el pasado año de sus poderes de investigación. Tanto un portavoz de Obama como el que fue su director de Inteligencia Nacional, James Clapper, rechazaron la acusación. Desde varios medios, se apuntó que su fuente eran comentarios de un locutor de radio y la web Breitbart, de la que fue fundador su estratega jefe, Steve Bannon.

Tanto desde la Cámara de Representantes como desde el Senado, se estaban pidiendo las pruebas de la grave denuncia. El comité de la Cámara había dado una especie de ultimátum al Departamento de Justicia para que ayer mismo le mandara las evidencias del «pinchazo», según la CNN. Así mismo, el senador republicano John McCain aseguró que Trump tiene la obligación de presentar la prueba «o retractarse de su afirmación».

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