Votar en el sur

evo Morales dice que Bolivia, «va bien pero necesitamos cinco años más» para terminar su obra inconclusa. El presidente andino lleva desde el 22 de enero del 2006 instalado en el Palacio Quemado y busca, en contra de la Constitución, un cuarto mandato. En Uruguay, el 27 de octubre, celebran elecciones para suceder al socialista Tabaré Vázquez. Ningún candidato estuvo antes en el poder. Ese mismo día, Cristina Fernández, la poliprocesada viuda de Néstor Kirchner y expresidenta durante ocho años consecutivos, podría ganar en las urnas y volver a la Casa Rosada como vicepresidenta de Alberto Fernández. También en octubre Colombia votará aunque, en este caso, para renovar autoridades provinciales y municipales de las que participan 300 exguerrilleros de las FARC.

El sueño de Evo Morales de perpetuarse en el poder va camino de cumplirse. El hombre que preside el Gobierno –y la federación de sindicatos de la coca– justifica su candidatura en un falló del Tribunal Constitucional que cumple sus deseos como órdenes después de que el pueblo, en referéndum, rechazara otra reelección. «El Evo», como le llamaban antes de que sintiera que Bolivia era suya, explica en su primer spot de campaña que esos «cinco años más» son necesarios «para consolidar nuestro modelo económico, nuestra industrialización y nuestra autonomía energética», además de «para mejorar la salud» (sic)

Daniel Martínez, candidato uruguayo del Frente Amplio, (alianza de diferentes partidos de izquierdas), que lleva en el poder desde la salida de Jorge Batlle en el 2005, se asiste del expresidente José Mujica para no perder la presidencia para los suyos. Luis Lacalle Pou, la esperanza de los «blancos» y Ernesto Talvi, el recurso de los «colorados», son sus adversarios más peligrosos. En la misma franja horaria de votación uruguaya en Argentina sucederá lo previsto, que ganen «los Fernández» en primera vuelta o lo más difícil, que Mauricio Macri logre forzar un balotaje. En esa orilla del Río de la Plata, ese mismo día, sucederá algo más, se cumplirán nueve años de la muerte de Néstor Kirchner. Coincidencias de la historia, la fecha, pase lo que pase en las urnas, ya es historia y el final, poco feliz.