Policías armados custodian una calle de Manchester
Policías armados custodian una calle de Manchester - EFE

Las capitales europeas reforzarán la seguridad en los grandes espectáculos

El último ataque deja al descubierto la vulnerabilidad en las concentraciones

Madrid Actualizado: Guardar
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El atentado suicida de Mánchester, con un saldo de al menos 22 muertos, ha vuelto a dejar al descubierto la vulnerabilidad de los ciudadanos en los espectáculos y grandes eventos frente a los ataques yihadistas preparados hasta el último detalle.

Por ese motivo, distintas capitales europeas han anunciado que reforzarán la seguridad en las concentraciones de público, a pesar de que la última ofensiva se ha producido en un nivel de alerta casi máximo (4 en una escala de 5) y cuando se habían reforzado las medidas en las salas de conciertos del Reino Unido tras el atentado de Bataclan (París) el 13 de noviembre de 2015. «Frente a esta amenaza ciega y persistente, las ciudades tienen el deber de hacer un frente común», ha manifestado la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.

El nuevo atentado de Daesh «ilustra la vulnerabilidad de este tipo de concentraciones de masas -unas 21.000 personas asistían al concierto- a pesar de las medidas de seguridad establecidas en las salas», subrayó a France Presse Otso Iho, experto en terrorismo del Instituto Jane’s.

En París, la Torre Eiffel permaneció simbólicamente apagada a partir de la medianoche de ayer para rendir homenaje a las víctimas de Mánchester, como se hizo después de los atentados de 2015. En este contexto de alarma, la Federación Inglesa de Fútbol ha anunciado que redoblará las medidas de seguridad en el estadio londinense de Wembley para la final de la Copa de Inglaterra, que el sábado se disputarán el Arsenal y el Chelsea.

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