La batalla por Alepo provoca un nuevo éxodo sirio hacia Turquía

Ofensiva de Assad con ayuda de Irán, Hizbolá y Rusia

Corresponsal en Jerusalén Actualizado: Guardar
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Mientras el mundo se reunía en Londres para prometer millones de euros en ayuda para Siria, miles de sirios marchaban hacia la frontera turca. Huyen de la ofensiva del régimen, que trata de rodear la segunda ciudad del país. El Ejército, con apoyo terrestre de grupos paramilitares leales a Bashar Al Assad, la milicia chií de Hizbolá y fuerzas iraníes, y con cobertura aérea de Rusia avanza por el norte, sur y el este y ha logrado cortar la principal vía de comunicación de los opositores con Turquía, cuya frontera está a 50 kilómetros. El siguiente golpe podría llegar desde el oeste y parece inminente, según revelaron fuentes militares a la agencia Reuters. Esta ofensiva cambia el mapa en un lugar muy simbólico, dividido en dos entre régimen y oposición armada desde el verano de 2012, y ha obligado a buscar refugio en Turquía a miles de civiles.

«Entre 60.000 y 70.000 personas se desplazan a suelo turco. Mi mente no está en Londres, sino en nuestra frontera y en cómo dar cobijo a todos estos nuevos refugiados», declaró el primer ministro turco, Ahmed Davutoglu, quien recordó que en Alepo viven 300.000 personas e insistió en que «la verdadera causa del problema son los crímenes de guerra del régimen sirio y los crímenes de guerra del Estado Islámico». Turquía da cobijo a dos millones y medio de sirios y esta cifra crece a medida que se recrudece la guerra en su frontera.

«Invasión» turca de Siria

Las conversaciones de Ginebra logran hasta el momento lo contrario de lo que buscaban. No hay alto el fuego y la crisis de refugiados empeora minuto a minuto con la reactivación del frente de Alepo. 24 horas después del «cese temporal» de las conversaciones anunciado por Naciones Unidas continuaron los reproches entre las potencias que apoyan a uno y otro bando. Fuentes diplomáticas revelaron a Reuters que Staffan de Mistura, enviado de la ONU a Siria, decidió suspender el proceso apenas dos días después de su comienzo oficial porque «la organización no quería que se le vinculara con la ofensiva rusa».

«Rusia continua matando a gente. ¿Se puede hablar así de paz?», se preguntaba el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Moscú, que admitió la muerte de un asesor militar tras un ataque sufrido en la base donde se encontraba en la provincia de Homs, contraatacó a través del portavoz del ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, quien aseguró tener «importantes razones para sospechar de intensos preparativos por parte de Turquía para una invasión militar del territorio soberano de Siria». Rusos y turcos apoyan a régimen y oposición respectivamente y sus relaciones pasan por malos momentos tras el derribo de un avión ruso por parte del Ejército de Turquía a finales de noviembre.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), informó de la muerte de 21 civiles más, varios de ellos niños, en un bombardeo ruso de contra barrios opositores de Alepo. Este organismo, con sede en Londres pero con una amplia red de contactos sobre el terreno, eleva a más de 1.400 el número de civiles muertos a causa de los ataques que Moscú empezó hace cuatro meses y que su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, aseguró que no piensan detener.

Desde Damasco el Gobierno felicitó a sus fuerzas por la liberación de las localidades de Nubul y Al Zahrá, situadas al norte de Alepo y cercadas por la oposición armadas desde hace más de tres años. Los medios oficiales difundieron imágenes de las celebraciones que se produjeron tras la entrada de las fuerzas leales a Al Assad.

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