Baile de ministros en el Gobierno socialista portugués

Dimite el titular de Defensa y el primer ministro, António Costa, no puede disimular la crisis al cambiar las carteras de Salud, Economía y Cultura

António Csta Reuters
Francisco Chacón

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El oscuro asunto del robo de material militar en la base abandonada de Tancos se ha llevado por delante al ya exministro portugués de Defensa, Azeredo Lopes , a quien no le quedó más remedio que dimitir tras el aluvión de interrogantes que la sustracción desató desde el año pasado.

Le sustituye en el cargo Joao Gomes Cravinho , hasta ahora embajador, y a partir de ahí un baile de carteras en el Gobierno socialista. Graça Fonseca es la primera política portuguesa que accede a un ministerio después de reconocerse públicamente como homosexual y se asienta en Cultura justo después del escándalo de la censura de obras del fotógrafo estadounidense Robert Mapplethorpe en el Museo Serralves de Oporto.

Por su parte, se ha confirmado el peso de Pedro Siza Vieira en Economía y asume el puesto en pleno estancamiento de las perspectivas del país vecino, respaldado por la calificación de Moody’s fuera del bono basura pero con unos niveles de creación de empleo insuficientes y, sobre todo, de calidad precaria.

Tampoco se libra el área de Salud, con Marta Temido a la cabeza desde este lunes 15 de octubre, fecha elegida para presentar a estos cuatro flamantes miembros del gabinete de António Costa.

«¿Crisis? ¿Qué crisis?», cantaba el histórico grupo británico Supertramp. Y esa parece ser la melodía que se impone en el seno del socialismo luso , aunque a todas luces el trasiego ministerial se dibuja como una crisis demasiado palpable y en ámbitos de calado político.

Además, esta remodelación se retrata como nada cosmética, pues ¿por qué iba a acometerse en vísperas de la aprobación de los nuevos Presupuestos del Estado? El caso es que el «aquí no pasa nada» que pretende difundir el primer ministro apenas cuela en un contexto en el que la insatisfacción crece a medida que se encarece la vivienda en proporciones estratosféricas, en un país donde el salario mínimo no alcanza los 600 euros.

Eso sí, el mejor aliado de los socialistas es que los conservadores se hallan más divididos que nunca, ya que Rui Rio ha fracturado el PSD desde la salida de Passos Coelho y acaba de surgir la Alianza fundada por Santana Lopes.

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