Australia sigue el ejemplo de Trump y reconoce Jerusalén como capital de Israel

El anunció lo realizó el primer ministro, Scott Morrison, quien también declaró que «reiterando nuestro compromiso en una solución de dos Estados, el Gobierno australiano está decidido a reconocer las aspiraciones del pueblo palestino»

El primer ministro australiano Scott Morrison habla en el Instituto de Sydney en Sydney, Australia

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Australia pasa a formar parte de la lista de los pocos países que reconocen de forma oficial a Jerusalén Oeste como capital de Israel. Aunque de momento su Embajada permanecerá en Tel Aviv, las autoridades de Camberra establecerán una oficina encargada de Defensa y Comercio en esta parte de la Ciudad Santa.

El anunció lo realizó el primer ministro, Scott Morrison, quien también declaró que «reiterando nuestro compromiso en una solución de dos Estados, el Gobierno australiano está decidido a reconocer las aspiraciones del pueblo palestino».

Unas palabras que no sirvieron para contentar a Saeb Erekat, numero dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), quien consideró «irresponsable» la decisión y recordó que «el estatuto final del conjunto de Jerusalén debe ser determinado en negociaciones».

Rompe el consenso

Morrison sigue el camino abierto por Donald Trump hace un año, una vía que rompe el consenso respetado por la mayoría de países. Estados Unidos trasladó su Embajada a Jerusalén y también lo hicieron Guatemala, Honduras y Paraguay, aunque este último dio marcha atrás pasados cuatro meses y reabrió su legación en Tel Aviv.

El portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Emmanuel Nahson, calificó el anuncio de Camberra como «un paso en la dirección correcta» y agradeció el apoyo que esta país brinda al Estado judío «respecto a las sanciones contra Irán, y también por su posición pro-israelí en la ONU y contra el antisemitismo».

«Salvar el tipo»

La oposición política australiana criticó que el primer ministro antepusiera «su interés personal al interés nacional» y desde el Partido Laborista emitieron un comunicado en el que recogieron que «reconocer Jerusalén Oeste como capital de Israel mientras que la embajada sigue en Tel Aviv, no es más que un gesto para salvar el tipo». La lectura interna es en clave política y el laborismo considera que Morrison espera ganarse así el voto del electorado judío y cristiano más conservador.

Conexión evangélica

La otra lectura que se puede realizar es la de la estrecha relación entre el Estado judío y la iglesia evangélica.

El primer ministro australiano es un destacado miembro de esta comunidad en Australia, como lo es el vicepresidente Mike Pence, en Estados Unidos, el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, o Jair Bolsonaro, recién elegido presidente de Brasil, que también ha puesto sobre la mesa la posibilidad de trasladar su Embajada a la ciudad santa.

Frente a las críticas de la Santa Sede y de los cristianos de Tierra Santa en lo referente a declarar Jerusalén como capital de Israel, los evangélicos apoyaron de manera firme el camino abierto por Trump y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, les correspondió declarando que «los evangélicos son los mejores amigos de Israel en todo el mundo».

Pese a que para las autoridades judías Jerusalén es «la capital eterna e indivisible» de su Estado, la mayor parte de países espera a que un pacto entre israelíes y palestinos decida el futuro de la ciudad santa.

Este es el motivo por el que casi ninguno tiene su sede diplomática en Jerusalén, ya que la comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí en la zona oriental de la ciudad, ocupada desde 1967 y anexionada en 1980.

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