Taner Kiliç
Taner Kiliç

Ankara detiene al presidente de la delegación turca de Amnistía Internacional

Estados Unidos muestra su «profunda preocupación» por la operación contra Taner Kiliç

Corresponsal en Estambul Actualizado: Guardar
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La policía turca ha detenido al presidente de la delegación local de Amnistía Internacional, Taner Kiliç, en su hogar de Esmirna, en el oeste del país. Durante la operación, en la que también fueron puestos bajo custodia policial otros 22 abogados, los agentes registraron su vivienda y su oficina e incautaron diversos documentos.

Las autoridades le acusan de mantener vínculos con el movimiento del clérigo musulmán residente en Estados Unidos Fethullah Gülen, a quien el Gobierno turco señala como autor del fallido golpe de Estado del pasado verano, en el que los militares sublevados mataron a cerca de 250 personas.

Amnistía Internacional (AI), una prestigiosa ONG centrada en la defensa de los derechos humanos, ha asegurado a través de un comunicado que se desconoce por qué Kiliç ha sido detenido. «Conocemos a Taner desde hace mucho tiempo y sabemos que no ha cometido ningún delito», ha asegurado Andrew Gardner, miembro de la delegación turca de la asociación, en declaraciones a la agencia EFE.

En su comunicado, AI señala que la detención no parece estar relacionada con el trabajo de la organización. La ONG se ha mostrado crítica con el aumento del autoritarismo del islamista y gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). En su último informe, por ejemplo, denunciaba la «muerte civil» de los más de 100.000 empleados públicos purgados.

Las reacciones en contra de esta última detención en Turquía no se han hecho esperar. La más relevante ha sido la pronunciada desde Estados Unidos, a través de Heather Nauert, la portavoz del Departamento de Estado. «Las detenciones de personas como Kiliç provocan preocupación en el debate público y debilitan la calidad de la democracia».

Nauert, que ha descrito el caso de Kiliç como «el último de una serie de detenciones en Turquía de respetados defensores por los derechos humanos, periodistas, académicos y activistas», también ha mostrado la «profunda preocupación» de Washington por esta operación policial.

Purga que no acaba

Mientras el primer aniversario del golpe de Estado se aproxima, la purga masiva puesta en marcha por el presidente Recep Tayyip Erdogan continúa. Desde el 15 de julio de 2016, más de 100.000 personas han sido detenidas y más de 50.000 enviadas a prisión a la espera de juicio. Asimismo, cerca de 140.000 funcionaros han perdido su trabajo o han sido suspendidos de empleo.

«Como le hemos expresado al Gobierno turco en numerosas ocasiones -ha añadido Nauert-, las persistentes restricciones a la libertad de expresión y a otras libertades erosionan las bases de la sociedad democrática».

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