Bomberos trabajando en la extición del incendio de un vehículo durante las revueltas EFE

Alemania pide un registro europeo de extremistas de izquierda

Las autoridades alemanas estarían dispuestas a poner en marcha ese archivo con los datos de los 144 detenidos de Hamburgo

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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Las manifestaciones contra la cumbre del G20 en Hamburgo dejan tras de sí supermercados saqueados e incendiados, escaparates rotos, coches quemado y mobiliario público destruido, además de 475 agentes de policía heridos con barras de hierro, piedras, cristales y objetos contundentes varios. A pesar de las decenas de detenciones, los varios miles de miembros de «Bloque negro», que desplegaron una inusitada violencia gratuita y gusto por la destrucción, quedarán impunes. Las autoridades alemanas consideran que la principal dificultad para lograr que cumplan con las consiguientes sanciones es que en su mayoría procedían de otros países, por lo que el ministro de Justicia, Heiko Maas, ha pedido hoy en una entrevista la creación de un registro europeo de extremistas.

«En lo que a extremistas se refiere, no tenemos en Europa una base de datos suficiente», explicado sobre los obstáculos con los que se encuentra la policía para hacer su trabajo de forma efectiva, y plantea que las fuerza de seguridad de los países europeos lleven a cabo un registro de las personas que acuden a convocatorias violentas de este tipo, de modo que puedan compartir después esa información con motivo de eventos susceptibles de ese tipo de ataques y los responsables puedan tomar medidas como la negación de entrada al país. «Por eso se necesita en la Unión Europea un registro al que puedan acceder todos los países miembros», ha defendido, señalando que los autores de la destrucción de Hamburgo se amparan en el rápido cruce de fronteras tras las agresiones para esquivar su responsabilidad. Las autoridades alemanas estarían dispuestas a poner en marcha ese archivo con los datos de los 144 detenidos de Hamburgo.

El ministro ha anunciado también que, en el futuro, el Gobierno alemán destinará más fondos para vigilar a grupos violentos como Bloque Negro, anarquistas anticapitalistas cuyo objetivo, según reconocen en internet, es que «el capitalismo se sienta vulnerable». El responsable de Interior de Hamburgo, Andy Grote, ha admitido que las autoridades se vieron sorprendidas por la brutalidad de las protestas y defiende que ese nivel de violencia puede ser considerado como un tipo de terrorismo, lo que justifica la intensificación de la vigilancia. El principal problema reside en que, gracias a sus capuchas negras y accesorios con los que ocultan el rostro durante los ataques, muchos de ellos logran el anonimato y a simple vista resultan irreconocibles.

Pero solo a simple vista. El periódico de mayor tirada en Alemania y en Europa, Bild Zeitung, ha iniciado hoy una campaña para identificar a los violentos que desataron el pánico en Hamburgo e invita a sus lectores a tratar de identificar, por su cuenta o a través de sus redes sociales, a algunos individuos cuya imagen captaron las cámaras de seguridad de la ciudad y cuyos rostros son rastreables, o al menos reconocibles para personas de su entorno. «Se buscan. ¿Quién conoce a estos criminales del G20?» pregunta hoy en la misma portada en la que aparecen publicadas fotografías de cinco personas que participaron violenta y activamente en los disturbios.

Las imágenes muestran a cuatro hombres, dos de ellos con el rostro totalmente descubierto, lanzando piedras y a una mujer, también reconocible, saqueando un supermercado arrasado en medio de la ola de violencia. «Los policías desplegados en Hamburgo con motivo del G20 fueron atacados con piedras, cócteles molotov y objetos de acero», recuerda el artículo, «¿A quién pertenecen estos ojos? Un vándalo totalmente encapuchado se hace con piedras en el barrio de Schanzenviertel».

También en páginas interiores, «Bild» se vuelca en la localización de los manifestantes que formaron barricadas y convirtieron la ciudad portuaria durante tres días y tres noches en un escenario propio de una guerra. «Se buscan testigos, por favor, pónganse en contacto con la Policía», pide a sus lectores junto a fotografías a las que se ha aplicado un potente zoom que permite acercarse a los rostros.

Con una tirada de 3,8 millones de diarios, Bild está hoy en manos de muchos habitantes de Hamburgo que, frustrados e indignados, se identifican con su campaña y se suman a sus súplicas. «Por favor si alguien puede reconocer a alguno de estos energúmenos que avise a la policía. Nadie puede imaginarse el miedo que pasamos encerrados en nuestras casas mientras dos pisos más abajo estaban destruyendo todo a su paso. Y siguen ahí fuera, están sueltos, volverán a hacer algo así en cuanto encuentren una mínima excusa para salir a la calle en grupo…», dice el dueño de una droguería que fue arrasada y saqueada por un grupo de unas 500 personas.

Todavía hoy, dos días después de los disturbios, clases de colegios de Hamburgo han visitado las guarniciones de la policía, que poco a poco van vaciándose a medida que los agentes regresan a sus puntos de trabajo habituales en otras ciudades de Alemania, para llevar flores en señal de agradecimiento y desear personalmente la recuperación de los heridos en la batalla.

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