130 españoles estuvieron en situación de riesgo durante las protestas en Ecuador
La mayoría turistas, fueron rescatados con la ayuda de las autoridades nacionales o provinciales
Una minuciosa operación puesta en marcha por la Embajada de España en Quito para atender a sus ciudadanos durante las violentas jornadas de protestas que durante once días sacudieron a Ecuador logró poner a buen recaudo a 130 españoles que estuvieron en situación de riesgo.
Flanqueado por sus funcionarios más cercanos y por el cónsul general, el embajador de España en Ecuador, Carlos Abella y de Arístegui, cuenta que vivieron días de tensión , sobre todo por aquellos a los que el paro les sorprendió en las provincias de Chimborazo o Tungurahua, en la Sierra central, donde la presencia indígena es muy importante y el paro tuvo fuerza.
Con la quiebra de la seguridad pública hubo casos humanitarios de personas que se quedaron sin dinero, a algunas de las cuales se debió proveerles de medicina s, y a otras instalarlas en hoteles.
La mayoría turistas y personas en tránsito, fueron rescatadas con la ayuda de autoridades nacionales o provinciales, contactos particulares y la acción de los propios ecuatorianos, a quienes el embajador agradece porque acogieron en sus casas a los españoles.
El caso de un chico atrapado en la turística ciudad de Otavalo, a la que concurren numerosos visitantes extranjeros, ameritó una acción especial, porque debió caminar varios kilómetros para esquivar los riesgos no solo por los bloqueos, sino por los actos de violencia que había en las carreteras. Su recorrido fue monitoreado. Le recomendaron, al igual que a los demás, no arriesgarse. «No buscábamos crear héroes, sino salvarlos», comenta el diplomático.
Otro drama fue para quienes estaban de vacaciones y no sabían cuánto tiempo se quedarían sin poder viajar o si perderían sus billetes y, quizá, hasta su trabajo. Para solventar el problema, la Embajada emitió certificados para el trabajo y coordinó con aerolíneas, empresas y compañías de transporte para ayudarles a cambiar de billetes de avión a 40 personas para que vuelvan a España y a una treintena se les entregó pasajes para que se movilicen dentro de Ecuador.
Las cifras grafican mejor lo que vivió la legación española en Quito, durante las violentas protestas: envió 90.000 correos electrónicos y más de 10.000 mensajes de WhatsApp a toda la colonia en Ecuador donde viven 60.000 españoles; publicó 98 tuits; se hizo 3.500 llamadas telefónicas y recibió 2.600 de personas que demandaban información. En la operación participaron una veintena de personas que trabajaron unas 1.500 horas , también con la colaboración de voluntarios, ONG y los cónsules honorarios de Cuenca, Manta y Salinas.
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