Otra victoria para Hamás

La Justicia de la Unión Europea ha retirado a Hamas de la lista de organizaciones terroristas en un momento en el que crecen las opiniones favorables al reconocimiento del Estado Palestino como posible llave al camino hacia la paz. Hamas seguirá sin embargo, al menos por el momento, considerado como un ente terrorista por Estados Unidos, principal valedor de Israel en la escena internacional.

Hoy mismo la Eurocámara sacará adelante una resolución en la que se apuesta por el reconocimiento a Palestina, bajo el paraguas de las conversaciones de paz con Israel, como solución al conflicto.

Detrás de las acciones de Tel Aviv ha estado siempre el miedo al ascenso en el poder de los radicales islámicos de la Franja de Gaza.

De hecho, la última guerra librada en esa pequeña pero convulsa porción de terreno el pasado verano, que dejó más de 2.000 muertos palestinos y más de sesenta israelíes, saltó cuando Hamas y el Gobierno palestino de Ramala, capital de Cisjordania, habían cerrado un acuerdo. Aunque el detonante oficial fuera el vil asesinato de tres jóvenes colonos judíos vengado a posteriori con similar saña.

Las cifras en cuanto a pérdidas humanas, a pesar de todo, son engañosas. Engañosas porque Hamas y su brazo armado, las Brigadas de Ezzedim Al Qassam, muy a pesar del Gobierno de Benjamin Netanyahu, impulsor de unos ataques contra la Franja que duraron casi dos meses, salieron reforzados cuando pasaba por sus momentos de mayor debilidad. Quizás eso fue lo que les llevó a acercar posturas con el Gobierno de Mahmud Abbas, al que acusan de echarse en brazos de Israel y traicionar la causa palestina.

Que no exista ese hachazo entre el poder de Cisjordania y Gaza, que ambos territorios, que se hallan divididos por Israel, acerquen posturas y unan sus fuerzas es un factor altamente desestabilizador y peligroso para los intereses israelíes.

Perfil bajo

El reconocimiento de la UE, si puede llamarse así, coincide además con un perfil bajo de las actividades de Hamás en territorio israelí, muy lejos de las campañas de atentados terroristas de antaño. La comunidad internacional ve en todo caso con enorme preocupación la deriva del radicalismo islámico con el ascenso del que está considerado ya grupo terrorista más poderoso del planeta, el Estado Islámico, cuya llamada a la expansión de la yihad armada obliga a la búsqueda de soluciones globales.

Hamas, que se hizo con el Gobierno de Gaza en el año 2007, ha sobrevivido a numerosos golpes del Tsahal, el Ejército de Israel. Su líder fundador en el año 1987, el jeque Ahmed Yasín, fue asesinado en marzo de 2004 y su sucesor, Abdelaziz Rantisi, apenas unos días después, en abril. Nada de eso frenó el ascenso de los radicales islámicos, que aumenta cuanto mayor es el castigo que imponen los israelíes, cuanto más castigada está la ecomonía gazatí y más encerrada y asediada se encuentra su población.