Mary Bell, la pequeña psicópata que asesinó a dos niños en los años 60

Estranguló a dos niños de corta edad en Newcastle cuando tenía solamente 11 años. Grabó sus iniciales en el estómago de una de sus víctimas. Era hija de una prostituta alcohólica y drogadicta y de un atracador encarcelado. Fue condenada a cadena perpetua, pero sólo cumplió 12 años en prisión

Ganó una batalla legal para mantener bajo secreto su identidad ABC
Pedro García Cuartango

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En la variada tipología de seres humanos que protagonizan esta serie, es difícil encontrar un caso de perversión tan llamativo, o mejor de maldad prematura, como el de Mary Fiona Bell . Nacida de una prostituta y un criminal, asesinó en Newcastle con premeditación y alevosía a dos niños de corta edad cuando ella tenía solamente 11 años.

Todo en la vida de Mary fue una tragedia. Betty , su madre, era alcohólica y drogadicta. Se ausentaba de la casa abandonada en la que vivían y dejaba sola a su hija, a la que forzó con cinco años a prostituirse. Se sospecha además que intentó matarla, ya que fue acusada de golpearla y tratar de envenenarla con pastillas. La niña no conoció a su padre, que estaba cumpliendo una larga condena por asalto a mano armada.

Con estos antecedentes, Mary Bell asesinó a Martin Brown , de cuatro años. Lo estranguló en 1968 en un paraje solitario y luego entró junto a una amiga a la guardería de Scotswood, donde causó serios destrozos. Allí dejo una nota escrita, reivindicando su crimen. Pero la Policía no se lo creyó porque consideraba que era una broma. De hecho, la familia del pequeño estaba convencida de que había sido un accidente hasta que la autopsia determinó la verdadera causa de su muerte.

La Policía cambió de opinión siete semanas después cuando apareció el cadáver de Brian Howe , de tres años de edad, estrangulado de forma idéntica. Mary había utilizado una navaja para grabar en el estómago de su víctima sus dos iniciales: MB . Y luego había usado una tijera para cortar el cabello y los genitales de Brian. Los investigadores ataron cabos y acusaron a Mary y su amiga de los dos crímenes.

Tras encontrar el fiscal un diario en el que se atribuía la muerte de Brian, fue juzgada y condenada por asesinato en segundo grado de los dos niños, con el atenuante de que el informe médico concluía que padecía un fuerte desequilibrio psicológico . La pena fue una sentencia a prisión indefinida, dejando al juez la potestad de decidir su puesta en libertad cuando estuviera rehabilitada.

Mary Bell, de rostro angelical e impasible durante los interrogatorios, pasó 12 años en la cárcel mientras su madre la volvía explotar mediante exclusivas sensacionalistas en la prensa. Se fugó en 1979, pero fue capturada a los pocos días. Salió por fin en 1980 cuando había cumplido los 23 años. Inició una nueva vida y tuvo una hija a los tres años de terminar su reclusión.

La ley garantizó el anonimato de su pequeña, que se enteró cuando tenía uso de razón por unos periodistas de que su madre era una asesina. En 2003, Mary Bell ganó una larga batalla legal para mantener su identidad y la de su descendiente bajo secreto por el resto de sus vidas. Hoy vive en paradero desconocido , sin haber expresado ningún arrepentimiento por sus actos.

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