Grethe Bartram
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Obituario

Grethe Bartram, la chivata danesa de la Gestapo

No le tembló el pulso al denunciar a su padre y a su marido

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Grethe Bartram era la segunda de los ocho hijos de un matrimonio de obreros comunistas de Aarhus, que, como la mayoría de sus compatriotas, tardó en resistir la ocupación alemana. La parsimonia tiene su explicación: a diferencia de otros países, Adolf Hitler mantuvo en Dinamarca al Gobierno legítimo.

A partir de 1942, sin embargo, la Resistencia intensificó su actividad. En Aarhus, Christian, uno de los hermanos de Grethe, participó en un sabotaje, lo que permitió a ésta conocer la lista de los implicados. Fue el inicio de la colaboración de Grethe con la Gestapo, que se hizo más estrecha cuando empezó a percibir un estipendio.

La chivata aceptó un encarcelamiento para lograr más información sobre los grupos resistentes y tampoco le tembló el pulso a la hora de denunciar a su marido y a su padre.

Al final, de las cincuenta y tres personas a las que traicionó, ocho murieron, quince fueron torturados y el resto acabó en campos de concentración. En 1946, Grethe fue condenada a muerte.

La pena fue conmutada por cadena perpetua y terminó cumpliendo nueve años de cárcel. Tras su liberación, emigró a Suecia y optó por el anonimato hasta que en 2010 reapareció para lamentar su pasado en una entrevista concedida al diario danés « Berlingske».

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