Frityes! El secreto de la patata frita

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Si te hablan de un local en el que sólo se venden patatas fritas quizá pienses que será un fracaso y que durará poco. Sin embargo, en el verano de 2016, dos jóvenes emprendedores se aventuraron a abrir Frityes! en pleno casco histórico de Cádiz y ya están a punto de cumplir dos años con muy buena aceptación y con la idea de seguir ampliando el negocio.

El local se ubica en la calle San Francisco 33 en Cádiz

Frityes! es un proyecto familiar que nació de la mano del gaditano David Rodríguez y su cuñado y socio, el venezolano Jonathan Noto. David había vivido durante muchos años en Amsterdam donde son muy frecuentes este tipo de locales y donde está muy implantada la cultura del street food.

El frenético ritmo de vida durante el día ha favorecido que esté muy extendida la costumbre de comer por la calle en cartucho.

Cuando volvió a su ciudad natal David quiso traerse un poquito de allí a Cádiz, por eso pensó en montar un negocio al más puro estilo street food Junto a Jonathan, que tenía experiencia en cadenas de comida rápida. Ambos tenían las ideas muy claras, querían diferenciarse de los demás, crear algo diferente a lo que ya hay en el mercado, por lo que decidieron a abrir un local de patatas fritas, pero bien hechas.

El producto principal son cartuchos de patatas fritas con salsa

“Todo el mundo nos dijo que estábamos locos” recuerda Jonathan, pero están convencidos de que es un tipo de negocio al alza que ya está muy implantado en países como Holanda, Bélgica, Alemania o Italia y que en España viene prosperando desde hace unos años. Actualmente existen sólo unas tres marcas que mantienen el concepto original de street food.

Jonathan explica que “esto no consiste solo en freír patatas, la gente cree que esto es fácil y, de hecho, nosotros también lo pensábamos al principio, pero puedo asegurarte que no es tan fácil, sobre todo mantener la calidad”. Para ello han tenido que aprender mucho sobre patatas y el modo de freírlas para conseguir un buen sabor, una textura crujiente por fuera y bien cocinada por dentro. “Todo ello conlleva un trabajo artesanal al que hay que dedicar constancia y buen hacer”.

Las patatas se fríen dos veces para darle un toque crujiente por fuera

Para empezar, en Frityes! reciben sacos de patatas todos los días directamente del proveedor, en ningún caso usan patatas congeladas ni refrigeradas. Son patatas nacionales, del norte de España. Aquí Jonathan puntualiza: “en la provincia de Cádiz hay muy buenas patatas, pero a nosotros no nos sirven porque la patata de aquí es más apta para guisar que para freír”. De este modo hace mucho hincapié en que “tienes que aprender a conocer el producto, cuando la tocas ya sabes si esa patata te sirve o no, también depende mucho del tiempo que la tengas almacenada, la humedad del ambiente, todo influye a la hora de hacer unas buenas patatas fritas”. Aunque no todo es tener una muy buena materia prima, “también hay que hacerlas con corazón”.

Jonathan Noto asegura que no todas las patatas sirven por lo que hay que conocerlas bien

Las patatas fritas de Frityes! llevan su proceso en el que la patata se fríe dos veces, una de ellas para cocinarla por dentro y la segunda, justo antes de servirla en el cartucho, para que queden crujientes por fuera. El producto principal que se sirve en Friyes! es el cartucho de patatas, cortadas en bastón, en tres tamaños, pequeño, mediano y grande. Luego puedes comértelas al natural o bañadas en salsas. La amplia variedad de salsas que ofrecen en Frityes! supera la veintena y las hay de todos los tipos: sin gluten, sin lactosa, para veganos, picantes, dulces y clásicas.

Disponen de más de una veintena de salsas para todos los gustos

Nuevos productos

Dos años después de la apertura, cuando el público ya ha entendido el concepto de street food, Frityes! está ampliando la carta introduciendo nuevos productos que forman parte de este tipo de comida. Ahora se puede degustar también el frikandel, una salchicha elaborada a base de carne picada típica de Holanda, las croquettes o las bitterballen. También tienen fingers de pechuga de pollo al estilo Kentucky o los típicos tequeños venezolanos, que son palitos de queso o chocolate envueltos en masa. También están iniciando un proyecto para abrir un restaurante contiguo al local actual donde se servirá el mismo tipo de comida que ahora, con una carta más amplia y donde el público ya pueda sentarse en mesas para comer, pero para eso aún quedan algunos meses.

El resultado es realmente exquisito y las patatas no quedan aceitosas

A priori, uno puede imaginar que se trata de un negocio pensado para gente joven, principalmente estudiantes o turistas extranjeros que sí están más acostumbrados a la street food. Sin embargo, Frityes! tiene un público de lo más variopinto y de todas las edades, desde bebés que piden a sus padres que se paren a comprarles patatas, hasta abuelas que se las llevan a casa por la comodidad que supone no tener que freírlas.

Jonathan reconoce que desde el primer momento creyeron en el proyecto, “pero luego ves cosas con las que no contabas y realmente te sorprende”. “Yo nunca imaginé que una señora mayor fuera a venir a comprar nuestras patatas y realmente es algo que emociona”.

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