Popeye apuesta por las tapas que juegan con la vista

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El restaurante Popeye, en Chiclana de la Frontera, es todo un clásico renovado que no para de evolucionar y sorprender a sus clientes con divertidas ‘tapas de autor’ al alcance de todos los bolsillos.

Esa es la filosofía que le ha imprimido Francis Mayo, hijo de los fundadores Tomás y Nena, que hace unos diez años se puso al frente de la cocina. Él ha sido uno de los principales artífices de la evolución que ha experimentado el restaurante y, aunque tanto el aspecto como los platos de Popeye han cambiado en los últimos años, algo que sigue manteniendo desde el principio es el producto de calidad, ya sea pescado, marisco o las mejores carnes.

Francis Mayo, chef de Popeye e hijo de sus fundadores.

| Cedida

“Cuando yo llegué a la cocina quise darle un cambio, siempre con el mismo producto, porque mi padre siempre ha trabajado con lo mejor del mercado, y yo he querido conservar la esencia del viejo Popeye pero dándole un giro para acercarlo al público joven, ofreciendo una carta de tapas creativas y haciendo que Popeye sea, además de bonito, un restaurante divertido” señala Francis.

Una de las zonas de tapas del restaurante Popeye. | G.C.

Es por ello que siempre ofrecen una carta con veinte tapas que van cambiando cada dos o tres meses. En este mes de enero acaban de inaugurar nueva temporada de invierno donde podemos ver muchas tapas nuevas como las albóndigas de la abuela, los crepes de espinacas con cordero y setas, blanco y negro de pasta y gulas, huerto comestible (plato apto para veganos) o el lomo ibérico al Popeye. La idea de Francis con estas tapas es hacer algo diferente pero cuidando siempre el sabor de cada producto.

Crepes de espinacas, cordero y setas es una de sus novedades. | Cedida

Mención especial merece ‘el bacalao que quería ser una mandarina’, que consiste en una tapa de paté de bacalao, con aroma de cítricos y con forma de mandarina. Un original trampantojo que busca jugar con la vista y el paladar del comensal creando una divertida experiencia al tiempo que se saborean productos de calidad.

Paté de bacalao con forma de mandarina, nueva creación de Francis Mayo. | Cedida.

Se mantiene en la carta la tapa ‘Popeye Rocher, ganadora del primer premio en el concurso celebrado con motivo de la Semana del Atún de Chiclana en el año 2017.

‘Popeye Rocher’, un bombón hecho de atún. | Cedida

Todo esto es obra de la imaginación de Fracis Mayo quien explica que “la creatividad surge cuando veo un producto y digo: con esto tengo que hacer algo diferente. Así se le da un poco de fantasía a todo”. Algunos de sus nuevos proyectos son yogurt de langostinos, un postre que sea como el dulce Pantera Rosa y un tocino de cielo de atún en tres texturas.

En proyecto: tocino de cielo de atún en tres texturas. | Cedida

No obstante, en Popeye la tradición y lo moderno van de la mano, su carta de restaurante sigue caracterizada por los mismos platos marineros de siempre.

Uno de los salones con un aspecto totalmente renovado y elegante. | G.C.

Especialidades como la urta a la roteña, el bogavante bellavista o la lubina a la sal siguen siendo señas de identidad de Popeye. A ello hay que sumar unos salones totalmente reformados dando un nuevo aire desenfadado y atrevido al local sin perder la esencia de la cocina tradicional elaborada con las mejores materias primas que siempre caracterizó a este restaurante.

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