Cádiz estrena apartahotel y restaurante con Rosario Uno

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El centro de Cádiz cuenta desde ayer con un nuevo alojamiento turístico y restaurante. Rosario Uno, es el nombre que le han dado, por encontrarse en ese número de la calle Rosario, a unos pasos de la plaza de San Francisco. Este proyecto parte de un sueño de Marina Duncan y Ricardo Delgado, ella rusa y él argentino, que conocieron Cádiz durante un festival de tango. Se enamoraron de la ciudad, decidieron que era aquí donde querían vivir y montar su propio negocio.

La inauguración reunió a amigos y también a los antiguos propietarios de la finca, la familia Ingunza. Allí comprobaron la transformación de la casa en la que crecieron, a cargo del estudio de arquitectura Pujolcruzpizzaro de Cádiz.

El resultado son siete apartahoteles y el restaurante en la planta baja, donde se conserva los detalles más característicos de las casas del centro de Cádiz. Aunque han sido muchos los cambios, aún podían identificar cuáles fueron sus dormitorios y el despacho de su padre, cónsul de Chile. «Estoy muy contenta porque siempre podré visitar la que fue mi casa», comenta Begoña Ingunza.

La carta de Rosario Uno apuesta por una cocina con muchos guiños al producto y elaboraciones que fusionan los tradicional y lo moderno. Entrantes, ensaladas, arroces, platos de carne y pescado, se unen a una oferta diferenciada para vegetarianos y veganos, con cinco y ocho platos respectivamente. Lubina con aromas de Cádiz, entrecot argentino, croquetas de quinoa y hummus, o la tabla de quesos gaditanos, son algunas de las elaboraciones de la cocina del nuevo restaurante. También servirán el desayuno inglés, o brunch, y desayuno continental. La carta de vinos destaca por una amplia selección de tintos, un espacio para los generosos, y algunas referencias a los Tierra de Cádiz.

Funciona como restaurante y también como bar de tapas, ya que algunas de la propuestas de su carta se sirven en una versión más pequeña. En la cocina, a la vista del comensal, trabaja un equipo de cinco personas, mientras que en la barra y la sala, lo harán siete camareros. Las mesas bajas son las que dominan el espacio, pero hay sitio para comer de una manera más informal en las barras con taburetes instaladas en la pared.

El horario de Rosario Uno será de ocho de la mañana a una de la madrugada, y serviráncomidas en horario ininterrumpido de 12 de la mañana a 12 de la noche.

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