«En España los niños se van a la cama una hora más tarde que los europeos y se levantan 30 minutos antes»

El doctor Gonzalo Pin asegura que las tabletas «engañan» al cuerpo haciéndole creer que es de día y alargando la vigilia

MADRID Actualizado: Guardar
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El doctor Pin es una eminencia en cuanto a sueño. Es pediatra y médico especialista Universitario en Medicina de los Trastornos del Sueño por la Universidad Complutense de Madrid. Su mayor preocupación son los niños y sus ciclos de sueño y vigilia.

-¿Duermen los niños españoles suficiente?

-En general, no. Cada década están perdiendo 37 minutos de sueño. En España los horarios son muy tardíos: normalmente los niños españoles se van a la cama una hora más tarde que los niños europeos y se levantan media hora antes.

-¿Cómo perjudica a los niños la tecnología a la hora de dormir?

Muchísimo. Más del 70% de, los niños tienen aparatos electrónicos en su dormitorio y el porcentaje sube al 89% cuando se trata de adolescentes.

Y esto les perturba bastante los ritmos de sueño. Eso sin contar que las tablets, móviles y demás suponen actividades que implican trabajo mental, con lo que los niños entran en vigilia y no descansan. En la cultura actual parece que dormir es una pérdida de tiempo, y es lo que les transmitimos a los niños... y dormir es una actividad fundamental.

-¿Cómo afecta la falta de sueño a los niños?

-Hasta los cinco años el sueño es esencial para el desarrollo cognitivo. Durante esta etapa los pequeños están la mitad del tiempo dormidos y la mitad despiertos, y hasta la adolescencia el sueño ocupa el 40% del día. Es necesario que los niños duerman al menos 10 horas cada noche en sus primeros años de vida. La falta del descanso repercute en la conducta y en la actividad.

-¿Provoca trastornos de conducta?

-Mientras dormimos segregamos un hormona llamada serotonina que es la que permite que los niños sean capaces de retrasar la gatrificación por algo. Si no se duerme y no se segrega serotonina, los niños acortan sus tiempos de espera y muestran malhumor e impaciencia. Además, la falta de sueño y el cansancio disminuyen la atención y el no poder mantener la atención repercute en los estudios.

-Y la salud, supongo.

Claro. A menos sueño, más índices de obesidad y diabetes. Si no se duerme se altera el apetito, se tiene más hambre o necesidad de hidratos de carbono. Pero no en el desayuno, sino más tarde. Un niño cansado no desayunará correctamente y no obtendrá la glucosa necesaria para funcionar el resto del día. Sin embargo, más tarde se atiborrará de alimentos cargados de azúcares.

-Afectando a su crecimiento, claro...

-Todos tenemos un reloj biológico que necesita ponerse en hora cada día. Si no lo hacemos iremos retrasando los horarios con el consecuente perjuicio. El reloj interno se calibra con la temperatura, la alimentación y la luz. La luz quizá sea lo más importante, es la que informa si es de día o de noche. Por eso la luz eléctrica y los aparatos electrónicos emiten luz blanca o azul de una longitud de onda muy parecida a la luz solar, que le está diciendo al niño «es de día» y de esta manera no segrega la serotonina necesaria. Lo ideal sería que los niños no estuvieran pendientes de pantallas dos horas antes de irse a dormir, que es el momento en el que el cuerpo empieza a prepararse para el sueño.

La tabletas, repito, «engañan» al cuerpo haciéndole creer que es de día y alargando la vigilia.

- Cuando se trata de bebés, ¿qué es que un bebé duerma bien?

-Que un bebé duerma bien o «toda la noche» es que tenga períodos de 4 o 5 horas seguidas, o sea un periodo largo, que sea capaz e volverse a dormir después de despertarse y que se acople a los horarios familiares sin problemas. Esto lo consiguen aproximadamente los 5 meses de vida. Qué duerman bien tiene un 60% de componente ambiental y un 40% de genética. Lo que hay que hacer es regular el sueño intentando acostarles y levantarles a la misma hora todos los días y de manera continuada.

-¿Es bueno dormir mucho?

-Es bueno dormir lo suficiente, pero de calidad. Si se duerme mucho se pierde calidad porque estamos alargando una situación que no da más de sí. Hay que dormir para vivir, no vivir para dormir.

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