Cuántas pulsaciones por minuto son normales si corro, camino o si estoy sentado

La frecuencia cardíaca varía en función de la edad, del peso y de la actividad que se realice, pero es posible determinar unos intervalos orientativos para una persona sana

Las pulsaciones por minuto pueden determinar el estado de salud de una persona.
Raquel Alcolea Díaz

Raquel Alcolea Díaz

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El factor físico fisiológico más frecuente que hace que aumenten las pulsaciones del corazón es el ejercicio. Durante el ejercicio, el cuerpo necesita un mayor aporte de oxígeno y de energía, por lo que el corazón tiene que latir más veces para aumentar la cantidad de sangre que necesita el cuerpo durante la actividad física, según explica la Dra. Petra Sanz, miembro del Consejo de Expertos de la Fundación Española del Corazón (FEC) y jefa del servicio de Cardiología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos.

Los ejercicios que requieran un mayor movimiento y desplazamiento del cuerpo son los que influyen en mayor medida en el número de pulsaciones, como apunta el Dr. Luis Calvo Orbe , Jefe Unidad de Cardiologia de la Clinica de Especialidades Medicas y colaborador de Doctoralia. Así, los ejercicios cardiovasculares o aréobicos como correr, nadar o el ciclismo , entre otros aumentan el consumo y los requerimientos de oxígeno del corazón, mientras que los ejercicios isométricos, es decir, los que no requieren llevar a cabo desplazamientos (como levantar pesas, por ejemplo) inducen un menor aumento de pulsaciones.

Otros factores físicos que pueden aumentar las pulsaciones implicaría padecer, según señala la Dra. Sanz, determinadas enfermedades como fiebre, hipertiroidismo, insuficiencia cardiaca, etc.

El estrés y la ansiedad suben las pulsaciones

Desde el punto de vista psíquico, factores como el estrés y la ansiedad producen, según afirma el Dr. Calvo un aumento del numero de pulsaciones, ya que implican que el organismo se prepare para enfrentarse a un problema externo, o para sufrirlo (disgusto extremo, discusión, incertidumbre, etc).

La explicación está en que durante este tipo de estímulos emocionales se libera adrenalina , que es la hormona que prepara al cuerpo para la reacción de lucha en el caso de tener que dar respuesta ante una amenaza, según detalla la Dra. Sanz.

¿Tienen los deportistas menos pulsaciones?

Sí. Como aclara la Dra. Sanz los deportistas suelen tener las pulsaciones más bajas que el resto de la población por estas razones: «El ejercicio físico, produce una reducción de la frecuencia cardiaca (bradicardia) en reposo. También se hace evidente durante el ejercicio físico en el caso de los individuos entrenados. La bradicardia es secundaria a una regulación del sistema nervioso autónomo por un aumento del tono vagal (control inhibidor que ejerce el nervio vago sobre el ritmo cardíaco y la conducción auriculoventricular, disminución de la frecuencia intrínseca del corazón, aumento del volumen de sangre en cada latido y, por supuesto, por las condiciones genéticas propias de cada individuo. La bradicardia hace que se ahorre la propia energía que habitualmente consume el corazón durante el ejercicio».

Las personas no entrenadas, sin embargo, requieren realizar muchas contracciones o pulsaciones para enviar una gran cantidad de sangre por todo el organismo pues en cada una de ellas expulsan mucho menor volumen de sangre. Así, el Dr. Calvo explica que una manera simple de valorar el estado de forma de un individio es comprobar el número de pulsaciones que presenta por minuto, en situación de reposo.

¿Cuándo debería acudir al médico?

Como nota aclaratoria, la Dra. Sanz explica que la frecuencia cardiaca normal depende de la edad y que la frecuencia máxima con un esfuerzo va disminuyendo fisiológicamente con la edad. Por ejemplo, en el caso de un ejercicio extenuante, puede ser normal que un joven de 20 años alcance hasta los 200 lpm y que una persona de 70 años llegue a los 150 lpm.

Otro matiz que hace la Dra. Sanz es que la recuperación de las pulsaciones después de un ejercicio dependerá del entrenamiento. En el caso de las personas entrenadas, volverán rápidamente a su frecuencia cardiaca de reposo, mientras que en el caso de las personas no entrenadas, tardarán más en volver a su frecuencia cardiaca basal.

Cuando se detecta una frecuencia cardiaca elevada, la experta asegura que será necesario hacer un electrocardiograma para descartar que exista una taquicardia patológica. Si no es una taquicardia patológica (es decir, es una taquicardia sinusal), hay que descartar las causas que pueden elevar la frecuencia cardiaca de forma fisiológica: ansiedad, estrés, ejercicio, fiebre, hipertiroidismo… En el caso de que sea una taquicardia patológica (que sea una arritmia), sería aconsejable consultar con un médico y en algunos casos con cardiólogo.

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