El consumo de alcohol en la pubertad puede causar alteraciones psicológicas

Comenzar a beber alcohol entre los 11 y los 13 años podría aumentar el riesgo de malestar y psicoticismo

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El consumo de alcohol en edad adolescente es un problema que se encuentra a la orden del día, sobre todo cuando se trata de jóvenes que aún no han alcanzado la mayoría de edad. Según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Santiago de Compostela, este consumo temprano puede ir relacionado con posibles alteraciones psicológicas en un futuro.

En este estudio se trataron nueve diferentes ámbitos psicopatológicos: la ansiedad, la hostilidad, la obsesión, la sensibilidad interpersonal, el psicoticismo, la somatización, la depresión, la fobia y la ideación paranoide.

«La presencia de indicios no significa necesariamente la existencia del trastorno clínico, pero sí se puede interpretar como una susceptibilidad a padecerlo», explica Luis Miguel García, investiador del departamento de psicobiología de la UCM.

En el estudio se tuvo en cuenta la edad en la que los adolescentes se iniciaban en el consumo de alcohol, lo que demostró que «empezar a beber alcohol entre los 11 y los 13 años aumenta el riesgo de experimentar síntomas de malestar en comparación con aquellos cuyo inicio se sitúa a partir de los 16», añade Luis Miguel García.

Además, la frecuencia del consumo de alcohol también fue determinante para averiguar en qué medida los adolescentes se enfrentaban a los síntomas como la hostilidad y la agresividad. Sin embargo, el síntoma más frecuente es la somatización, por el que se experimenta malestar corporal, dolor muscular y complicaciones en las vías respiratorias y gastrointestinales.

En lo que respecta a las diferencias por género, «las mujeres mostraron signos de ansiedad y depresión, mientras que los hombres reflejaron un cierto grado psicoticismo», concluye este experto. Por lo tanto, las mujeres indicaron ser más vulnerables al alcohol que los hombres.

Por otro lado, otro estudio del Centro de Tecnología Biomédica de Madrid y la Universidad de Minho de Portugal, ha demostrado que las borracheras de los jóvenes, aunque se produzcan de manera ocasional, afectan al funcionamiento de los circuitos cerebrales. Algunas regiones del cerebro como el precúneo, el córtex medio prefrontal y córtex inferior parietal o el cíngulo anterior y posterior, muestran alteraciones cuando se trata de un consumo de alcohol prolongado durante dos años o más.

Ver los comentarios