La razón por la que te aburre el sexo y la solución

La escritora Silvia C. Carpallo aporta en «Sexo para ser feliz» 69 ideas, herramientas, técnicas y experiencias para salir de la rutina

Estas son las series que te ayudan a tener mejor sexo

La sexóloga asegura que nos hemos olvidado de las emociones y solo atendendemos a las cifras.
Raquel Alcolea Díaz

Raquel Alcolea Díaz

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«Como sexóloga siempre repito dos frases. La primera es que el sexo es felicidad. Y la segunda, que el deseo no desaparece, sino que se esconde». La frase es de Silvia C. Carpallo, periodista y asesora sexual, que aporta en su obra « Sexo para ser feliz » un cuaderno de ideas para tomar las riendas de tu vida sexual. Todo depende, según explica, de una cuestión clave: que queremos ponernos a buscar el deseo escondido.

La escritora está convencida de que nos persigue ese mito del amor romántico que lleva a pensar que el sexo es algo así como magia y que todo debe fluir y salir natural. «Pero la realidad es que somos muy vagos. Nos falta trabajo en nuestra sexualidad y, en ocasiones, también en las relaciones de pareja. Y lo relaciono porque está muy unido: si no os encontráis bien el uno con el otro, es difícil que fluya nada en la cama, o al menos no de una forma sana», aclara. Así, lo primero que propone es que antes de ponernos deberes en la cama, nos centremos en lo que pasa fuera de ella: «No se puede trabajar la sexualidad si no arreglamos primero lo que le falla a la pareja: reparto de tareas, escasez de tiempo juntos, falta de comunicación. Hay que tener claro que nos apetece meternos en la cama con alguien que nos apoya y entiende, y no con alguien que parece que nos usa, o que no nos hace sentir bien. Si somos capaces de entender eso, ponerse a redescubrir la piel del otro, olvidarnos de la obsesión de que el sexo es coito, y redescubrir zonas erógenas, juegos, juguetes, dinámicas y todo lo que ofrece la sexualidad, será la parte más divertida», argumenta.

No importa cómo empieces, sino cómo terminas

Es habitual que algunas personas interpreten que la cosa falla cuando hay falta de deseo . Pero lo cierto, tal como revela Silvia C. Carpallo, es que el deseo es un mecanismo complejo que evoluciona, cambia y que además puede reactivarse. «¿Cuántas veces has empezado «sin muchas ganas» pero después has acabado disfrutando un montón?», pregunta. Por eso para la experta lo importante no es que falle la forma de empezar, sino que tengamos una mala sensación a la hora de terminar: «Lo bueno es que tanto la forma de empezar como la forma de terminar se pueden trabajar y hay todo un mundo de cosas por descubrir. Lo bueno es que nuestro cuerpo, nuestras reacciones, nuestro placer y nuestras apetencias nos sigan sorprendiendo a cualquier edad».

Al grano.. Pero, ¿cómo recupero el deseo?

En «Sexo para ser feliz» la autora propone un total de 69 ideas, herramientas, técnicas y experiencias para salir de la rutina y redescubrir la sexualidad, desde inspirarte en películos como «Titanic» emulando el momento en el que Leonardo DiCaprio dibuja desnuda a Kate Winslet, hasta probar tu creatividad grabando tu propia película erótica, pasando por practicar «sexercise» o posturas para cultivar tu empoderamiento sexual. Pero lo que no promete en su libro es dar con la tecla o con la «receta mágica» que lo solucione todo, sino más bien aportar los ingredientes para que cada uno cocine el sexo a su gusto.

El error de muchas parejas es, según explica, intentar vivir su sexualidad en torno a lo que les dicen «otras personas», ya sea su familia, sus amigos, las películas románticas, el porno o incluso los medios de comunicación. «Todo eso son clichés y cada pareja debe romper las partituras para escribir su propia melodía», propone Carpallo. La explicación está en que no hay una persona igual a otra y por eso no hay algo que guste a todos o que sea la solución para todos.

Lo que más nos preocupa en el sexo es...

Una de las cuestiones que más cuesta entender a todas las parejas es que la sexualidad no es estática y que nuestras preocupaciones cambian según las vivencias o momentos de la vida. Pero a la hora de definir cuál es el nexo de gran parte de los problemas relacionados con la sexualidad, tanto en el caso de ellos como en el de ellas, la experta asegura afirma que es el exceso de presión. «Ya no nos vamos a la cama a pasar solo un buen rato. Nos metemos entre las sábanas esperando cumplir expectativas. Todo gira en torno a cifras que poco tienen que ver con las emociones. Y en el sexo no se trata de medir tiempos, tamaños, penetraciones, frecuencias o número de orgasmos . Se trata de saber si ese encuentro te ha hecho sentir maravillas, si te ha enternecido, si te ha excitado como nunca o si te ha liberado de todo lo que te acongojaba ese día. Pero nadie habla de eso, y quizás es la conversación que nos falte», argumenta la sexóloga.

La presión es la peor enemiga del deseo. Por eso cuando rascas, comenta la experta, descubres que muchas parejas dejan de disfrutar del sexo por un exceso de presión, a veces autoimpuesto porque deseas ser el mejor o la mejor amante o porque quieres conseguir un orgasmo aunque no siempre sea necesario; o a veces, influido por el exterior, para complacer a la pareja sin pensar en el deseo propio. Cuando hacemos esto el sexo deja de ser felicidad y pasa a ser una rutina, luego una obligación y por último se convierte en algo que no apetece nada.

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