Acción de Gracias: mucho más que una fiesta familiar

Ya sea por el archiconocido pavo asado o no, el Día de Acción de Gracias es posiblemente la fecha más esperada por los americanos. Con la internacionalización de la cultura estadounidense y su omnipresencia en el cine y en la televisión, año a año esta celebración se introduce cada vez más en el calendario de los españoles. Desde los Brains International Schools se aconseja aprovechar el día de mañana para recordar a los más pequeños de la casa los valores de generosidad, el respeto entre culturas, la amistad y el sentimiento familiar.

La primera vez que se celebró el Día de Acción de Gracias fue en 1621, pero no sería hasta 1941 cuando se popularizó y se comenzó a celebrar el cuarto jueves de cada mes de noviembre.

La semilla de esta celebración reside en la generosidad con la que los indios americanos ayudaron a los primeros colonos enseñándoles a cultivar el maíz, a pescar y, en definitiva, a sobrevivir en la nueva tierra que les era desconocida. Desde entonces, y en recuerdo de esa primera amistad entre colonos y nativos americanos, las familias estadounidenses y canadienses se reúnen en torno a una mesa para compartir.

«El Día de Acción de Gracias es una celebración cuyo espíritu reside en la generosidad entre diferentes pueblos y culturas, es un gesto de amistad y trasmite unos valores a tener en cuenta para la vida», afirma Linda Keys, Profesora de Bachillerato Internacional en Brains International School La Moraleja. «La educación en valores es uno de los principales pilares sobre los que educamos a nuestros hijos. Ante una sociedad que en ocasiones parece perder sus principios, esta fiesta nos recuerda lo importante que son la amistad, el altruismo y el entendimiento entre pueblos, por eso aprovechamos esta fecha en el calendario para trasmitir estos valores a los más jóvenes», explica.

Valores que transmite el Día de Acción de Gracias

1. Generosidad. La generosidad es el principal valor que transmite el Día de Acción de Gracias. Los niños aprenden a ser generosos en su más tierna infancia y esta fiesta nos recuerda a todos la importancia de compartir con el que menos tiene y a ser altruistas para construir un mundo mejor.

2. Interculturalidad. Dos personas que comparten el pan, la comida y la bebida no se pelean, no se agreden y, sobre todo, se respetan. Los primeros Días de Acción de Gracias se celebraron en armonía entre los pueblos indígenas y los pioneros americanos, por lo que es importante rescatar este espíritu de amistad y de alianza de civilizaciones.

3. Amistad y respeto. Estos valores van de la mano y no se puede entender el uno sin el otro. A los niños se les ha de enseñar desde pequeños a respetar y a tratar a todos como sus iguales.

4. Sentido de familia. Sentarse en la misma mesa todos juntos es un gesto que en todas las culturas tiene un sentido inequívoco de paz, de unión y de familia. Durante estas fechas en Estados Unidos los aeropuertos se llenan de hijos que van a ver a sus padres y las carreteras y autopistas se colapsan de familias enteras que se desplazan para compartir el momento con sus parientes y amigos. Acción de Gracias nos recuerda lo importante que es la familia y el sentido de pertenencia a la misma.

5. Solidaridad. Cuando los colonos llegaron al Nuevo Mundo se encontraron con un ambiente que desconocían, con animales y plantas que les eran totalmente nuevos, en definitiva se encontraban en un ambiente hostil al que les era muy difícil adaptarse. Sufrieron hambrunas, muchos murieron por el frío y las enfermedades. Ante su desesperación, la población indígena les tendió la mano y les ayudó cuando más lo necesitaban instituyéndose esta celebración.

«El Día de Acción de Gracias es mucho más que el preludio de las compras desenfrenadas del Black Friday, es un día en el que tenemos que rememorar el espíritu de generosidad, de amistad, de interculturalidad, de familia y de solidaridad que nos enseñaron esos indios americanos y trasmitirlos a los más pequeños», asegura Linda Keys.