Día Mundial contra el maltrato en la Vejez

«Cuando se actúa de forma violenta contra un niño se produce un gran rechazo social; no ocurre lo mismo si la víctima es una persona mayor»

La edad no es óbice para dejar de tener una vida digna y «los mayores necesitan más recursos para poder disfrutarla», según los expertos

Laura Peraita

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Se habla muy poco del asunto, pero está presente en nuestra sociedad:el maltrato a los mayores. Lo cierto es que no existen cifras fiables porque es muy difícil que los mayores denuncien. Muchos confiesan a su médico de cabecera que se sienten víctimas, pero no quieren denunciar porque, por lo general, el maltrato proviene de los hijos con los que, a pesar de la situación, mantienen un vínculo afectivo. «No hay que olvidar que se trata de una generación muy sufrida , que ha pasado incluso por la postguerra, y sabe lo que es sacrificarse por los demás –asegura Jordi Muñoz presidente de Eima (Asociación para la investigación del maltrato a las personas mayores). No son pocos los que añaden “qué más da, para lo que me queda de vida, me quedo como estoy” . Es una lástima porque tienen posibilidades de reaccionar y vivir con dignidad, pero no lo hacen por conformismo o por falta de información sobre sus derechos».

Añade Ángel Quesada , presidente de Ceoma (Confederación Española de Organizaciones de Mayores) , que «aunque las personas no sean expertas en leyes, sienten que su casa es un templo que ellos guardan con gran celo y no quieren que nadie se entrometa en sus asuntos personales. Se trata de un sector de población muy vulnerable y por lo que hablo con compañeros de otros países, tengo la percepción de que nuestra situación al respecto no difiere mucho de lo que ocurre fuera de nuestras fronteras».

Reconocer sus derechos

Pese a todo, Jordi Muñoz mantiene la esperanza de que con el paso del tiempo la situación sea diferente porque las nuevas generaciones tienen muy asumido el concepto de derechos, no solo el de obligaciones, como parece que aceptan las actuales generaciones de mayores. « Los jóvenes en la actualidad parece que tienen derecho a todo , aunque tengan obligaciones, y sabrán poner límites porque los mayores ahora no saben hacerlo, lo que les lleva a una situación en la que pierden voluntad, decisión y libertad ».

Jordi Muñoz apunta que hay mucho camino por hacer para generar una mayor sensibilización en la sociedad sobre este grave problema. «Cuando alguien actúa de forma violenta contra un niño o una mujer se produce un gran rechazo social; sin embargo, no ocurre lo mismo cuando la víctima es un mayor. Hacen falta campañas de respeto hacia el mayor porque hasta hace unos años era una figura a la que se respetaba, un referente. Para ello es necesario trabajar desde el punto de vista educacional, pero también legislativo, puesto que sería muy conveniente una ley de protección que defienda sus derechos básicos, al igual que existe para la infancia».

También considera que son necesarios más recursos para cuestiones muy básicas como, por ejemplo, que, en el caso de tener que abandonar su vivienda por maltrato, el mayor pudiera ir a casas de acogida y recibir la asistencia necesaria.

Poder de decisión

En la misma línea se manifiesta Cristina Segura , directora del departamento de Personas Mayores de la Fundación bancaria “la Caixa” , al considerar esencial explicar a la sociedad en general qué es la vejez «porque ser mayor hoy es muy diferente a hace 30 años. Deben tener muy presentes todos sus derechos como personas y disponer de las competencias para resolver los conflictos que los vulneren y poder disfrutar siempre una vida digna».

En este intento, Cristina Segura explica que cuentan desde 2014 con un programa que pretende minar la vulneración de los derechos de las personas mayores a través de la prevención y sensibilización. Por un lado, organizan el taller «Herramientas para la atención, el respeto y buen trato» con una duración de cuatro jornadas en las que se pretende concienciar a los mayores «de que su edad no es óbice para perder derechos, y que sepan que hay recursos para hacer frente a cualquier agresión, abuso o que no se atiendan correctamente a sus necesidades –puntualiza Segura–. S i no tienen competencias, la situación de abuso aumentará . Vivir una etapa vital de mayor fragilidad no quiere decir que no puedan decidir sobre los diferentes ámbitos de su vida».

Para hacer extensible la labor de concienciación, esta fundación también cuenta con otro programa denominado «Sensibilización y prevención de malos tratos a las personas mayores» para ofrecer recursos y protocolos de actuación a los profesionales de Servicios Sociales, la salud, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, fiscales, forenses, entidades de atención residencial, Centros de Día... «En cinco sesiones explicamos a todos los implicados los tipos de maltrato, cómo prevenirlos, los derechos de los mayores, los factores de riesgos, los mitos, estereotipos a identificar las distintas relaciones familiares, cómo protegerles jurídicamente... Todo lo que hagamos es poco», concluye Segura.

Tipos de abusos

Existen siete tipos estipulados de maltrato a las personas mayores: físico, psicológico, sexual, abandono, negligencia, económico y la vulneración de sus derechos. Cristina Segura , directora del departamento de Personas Mayores de la Fundación “la Caixa” añade que los más habituales son «el psicológico y el financiero, mucho más que el físico ».

Lejos de la idea preconcebida de que el maltrato se produce de forma mayoritaria en las residencias – a través de diversas acciones a las que se suman las sujecciones físicas y químicas –, la realidad es que es dentro del entorno familiar donde se producen más casos y, más en concreto, por parte de los hijos.

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