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Envejecimiento Activo

Andar y nadar, los mejores deportes para mayores

Los expertos recomiendan andar una hora diaria o cada dos días

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Andar una hora diaria o cada dos días, preferentemente temprano por las mañanas para recibir la luz solar, es uno de los mejores remedios que tienen en sus manos las personas mayores para combatir la depresión, la ansiedad y los bajos estados de ánimo. Caminar y nadar, como aconseja la psicóloga Alba Ribas y la fisioterapeuta Ariadna Martín, de Lepant Residencial. «No existe un ritmo adecuado, cada uno puede ir al ritmo que mejor le vaya, lo importante es no parar, por ejemplo, para mirar los escaparates de las tiendas», advierten. Y quien se encuentre con fuerzas y un excelente estado de salud también puede hacer ejercicio en bicicleta «intentando no hacer esfuerzos desproporcionados, por ejemplo evitando subir cuestas de mucho desnivel».

Lo que no recomiendan estas expertas a partir de los 65 años es hacer running, un deporte ahora muy de moda, pro el impacto que sufren las rodillas.

El ejercicio físico es uno de los métodos utilizados por los beneficios psicológicos que presenta. Siempre son más beneficiosas las actividades al aire libre, que encerrarse en un gimnasio. «El aire despeja la mente y el sol aporta vitamina D. También las actividades en grupo son perfectas para trabajar la socialización y evitar el aislamiento», recomiendan estas dos especialistas.

Se trata de moverse, de desentumecer las articulaciones, de fortalecer los músculos... «Todo lo que conlleva el movimiento del cuerpo es beneficioso para la salud mental de los mayores», sostiene Alba Ribas. Por eso, sirve para activar el cuerpo toda aquella actividad lúdica: bailar, juegos de pelota y aro, imitaciones de gestos, pilates, yoga, gimnasia... En miles de centros de día, de barrio y cívicos se ofrecen estas opciones.

La actividad física habitual (varias sesiones a la semana) proporciona emociones positivas. De este modo, se reduce el estado de ánimo deprimido. El ejercicio que se realice, éste mejora la autoestima, el autocontrol, la sensación de autonomía para las actividades de la vida diaria; mejora los hábitos de sueño, las funciones intelectuales o cognitivas y las relaciones sociales. El ejercicio físico es un potente antidepresivo, mejorando considerablemente el estado de ánimo.

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