Giacomo y su primo Octavio Jr., a las puertas de la Azienda Missoni
Giacomo y su primo Octavio Jr., a las puertas de la Azienda Missoni - MISSONI

Missoni, viaje a la gran «fábrica de colores» de la moda italiana

El legendario clan abre a ABC las puertas de su hacienda a orillas del lago Varese, donde viven y también fabrican sus inconfundibles prendas

MILÁN Actualizado: Guardar
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Ensaladas de frutas, focaccias, pastelitos, zumos naturales... y el inevitable espresso servido en diminutas tazas de porcelana, como manda la tradición a la hora de preparar un buen café italiano. Así es, a grandes rasgos, la merienda con la que Luca y Octavio Jr. y Giacomo Missoni, tío y sobrinos, agasajan a sus invitados –un pequeño grupo de periodistas europeos– durante su visita al santuario familiar y centro de operaciones de una de las firmas de lujo más representativas del made in Italy.

En Azienda Missoni, en Sumirago, junto al lago Varese y a unos 40 kilómetros de Milán –a donde habíamos viajado como invitados de Il Saloni, en el marco de los premios de diseño de la casa de automóviles Lexus–, todo es luz, color, optimismo, relajación...

Resulta difícil pensar que este lugar, tres años atrás, se tiñera de luto por la muerte de Vittorio y su esposa Maurizia, fallecidos, junto a otros tres pasajeros más, al caer su avioneta en aguas venezolanas. Eran los padres de uno de nuestros anfitriones, Octavio Jr., quien en la actualidad ostenta la presidencia del grupo en Estados Unidos y que, junto a su tío Luca, director del archivo Missoni, ejerce como cicerone en el sanctasanctórum del color y el zigzag.

Aquí, en 1969, Rosita y Octavio, los fundadores de la firma y de la saga, instalaron su casa y sus telares. Missoni es la única marca de moda que controla todo el proceso de fabricación de principio a fin, de los hilos a la prenda.

Laboratorio de ideas

El complejo alberga hoy las oficinas, los despachos de la dirección, los archivos y, lo mas importante, la fábrica de prototipos, que es el verdadero laboratorio de sus diseños y plataforma experimental para sus productos. Situada sobre una colina y rodeada por un frondoso bosque, la fábrica es un edificio de hormigón y cristal, muy años 70, de dos plantas y con amplias terrazas que se abren a un exuberante jardín. Un vergel, que, de algún modo, comparten la familia y sus empleados. Cada miembro de los Missoni tiene en este recinto su propia residencia.

En la segunda planta de la fábrica de prototipos se encuentran los famosos telares Raschel, los primeros que compró Octavio, con los que se podía tejer en diagonal, la verdadera clave de ese estampado tan característico.

La marca presume de no crecer demasiado –en Sumirago se emplean a unas 200 personas–, de conceder especial relevancia al trabajo manual y artesano, de utilizar productos cien por cien italianos y de conocer todos los secretos del punto. Durante años forman a sus artesanos y les transmiten un espíritu muy «arts and crafts», como asegura Luca en referencia al movimiento artístico de finales del XIX promovido por el diseñador William Morris.

A la salida del cole

Luca Missoni, de 61 años, piloto de profesión y artista por vocación, siempre ha vivido en este singular complejo. De niño, a la llegada del colegio y con el bocadillo de la merienda en la mano, se colaba en la segunda planta para ayudar a doblar, a bobinar y a lo que se terciara. Era su mundo. Hoy, desde el archivo que dirige, es el guardián de la tradición y de la sabiduría de la familia.

Luca asegura que los Missoni se guían por la filosofía slow, por la intención de utilizar lo que tienen a mano y hacer prendas que duren y que no pasen de moda. La chaqueta que lleva, de punto de rayas, tiene 15 años, «al igual que mis calcetines», nos cuenta entre risas. «Para hacer cualquiera de estas prendas necesitamos formar a la mejor gente durante muchas temporadas, casi de manera gremial, hasta que se hagan expertos en el manejo de estos telares, que producen un metro de tela a la hora».

«Aquí –continúa Luca–, probamos una y otra vez, pues las mezclas de colores que se ven bien en el papel pueden no funcionar en la pieza en cuestión. Así que jugamos con el color y vemos cómo resultan en los prototipos reales. Gran parte de las lanas, las sedas y los algodones que utilizamos proceden de la zona entre Como y Varese».

Poco a poco, Luca nos conduce, de forma experta y con ojo clínico, a través de bobinas, máquinas tejedoras, hilanderas, costureras que rematan, planchadoras... al tiempo que relata la historia de su familia. Ya son tres las generaciones de los Missoni al mando de este navío, y curiosamente, cada una de ellas se corresponde a clientes coetáneos que con los que trabaron una estrecha amistad.

Los abuelos, la octogenaria Rosita y Octavio, fallecido en 2013, en su día arrasaron en los armarios de Jackie Kennedy o Bianca Jaegger; a los diseños de Ángela y sus hermanos Vittorio y Lucca han sucumbido desde Carolina de Mónaco a Jerry Hall o la Princesa Diana. Margarita y su primo y Octavio Jr son amigos personales de Carlota Casiraghi, Tatiana Santo Domingo o las hermanas Borromeo.

La firma se fundó en 1959 creando unas primeras líneas mas bien deportivas. En 1967, una colección de Florencia revolucionó las pasarelas de la moda y, desde entonces ha seguido, su propio estilo, uno de los mas imitados. Hoy en día, aseguran que pasan por un proceso de reestructuración para mantenerse en un mundo cada vez mas global.

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