En la pasada edición sonó «Para no vivir desesperado» en el desfile de Roberto Verino
En la pasada edición sonó «Para no vivir desesperado» en el desfile de Roberto Verino - Ángel de Antonio; Eduardo San Bernardo
Mercedes-Benz Fashion Week Madrid

La clave también está en la música

Para que un desfile funcione, el factor musical también resulta determinante a la hora de hacerse con un conjunto trabajado

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Para que un desfile de moda funcione entran en juego muchas cosas. Resulta determinante la actitud del modelo cuando pisa la pasarela, el decorado actúa la mayoría de las veces como medio para contextualizar una colección y, por último, está la música. O la ausencia de ella.

«La música, como la matemática, es el lenguaje de Dios y esto no ha sido precisamente lenguaje». Son las palabras de Adolfo Domínguez, quien no pudo ocultar su decepción al ver cómo la colección primavera-verano 2010 no pudo presentarse como él tenía planificado. En el momento en el que tenía que comenzar su presentación, la internacional actriz Gwyneth Paltrow centraba todos los flashes por lo que parecía que el desfile iba a tener que empezar más tarde, algo que Domínguez no consintió, haciendo desfilar a sus modelos sin música.

El resultado fue distinto cuanto menos y más que nada, ya que no fue intencionado, puso de manifiesto hasta qué punto la elección de una buena banda sonora para acompañar cada paso de los modelos resulta determinante.

Por ejemplo, seguro que todos los que sigan de cerca la actualidad del mundo de la moda recuerdan cómo disfrutó el público con la latina «Fuego», de Bomba Estéreo, en el desfile masculino de Roberto Verino en el año 2011, cuando pisó con fuerza la pasarela Jon Kortajarena.

Victorio & Lucchino no dudaron a la hora de servirse del reciente éxito de Lana del Rey y usar su «Off to the races» y qué decir de la espectacular puesta en escena que eligió «Aristocrazy» para su estreno en Cibeles en febrero de 2012. Las luces, los sonidos, la actitud de las modelos -vestidas de negro absoluto- ya de por sí fueron espectaculares. «DVNO», de Justice hizo el resto.

Maya Hansen y su colección de febrero de 2012 pone de manifiesto hasta qué punto los conjuntos diseñados, la música y las joyas forman la combinación perfecta. Con su colección nos llevó hasta el Nueva York de los años 50 de la mano de la versión de la conocidísima «Fly me to the Moon» de Frank Sinatra que parece que Julie London hizo pensando en el día en Cibeles.

En la pasada edición, Daft Punk, Edith Piaf o Miles Davis fueron algunos de los artistas elegidos.

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