Tormenta financiera en el imperio culinario de Jamie Oliver

Hace unos meses, el propio cocinero culpaba al Brexit de causar un daño irreparable a sus negocios

Jamie Oliver ABC

IVÁN ALONSO

Es toda una institución en Reino Unido, el chef más conocido del país y reconocido a nivel mundial. Se trata de Jamie Oliver (42 años) y aunque su estrella como cocinero y empresario no se ha apagado, su imperio gastronómico se tambalea. Ayer se supo que ha puesto a la venta sus dos asadores Barbecoa, abiertos en 2011 junto a su amigo Adam Perry Lang. Ambos establecimientos, situados en el corazón de Londres y con más de 160 empleados, ya están en manos de una agencia inmobiliaria para que se evalúe su valor e idoneidad del mercado. Este previsible cierre se une al de 12 de sus 37 restaurantes italianos –de la cadena Jamie’s Italian–, tras conocerse que esta marca acumula una deuda de 71 millones de libras (unos 80 millones de euros).

Hace unos meses, el propio Oliver culpaba al Brexit de causar un daño irreparable a sus negocios. Sin embargo, en esta crisis que atraviesan sus negocios tiene mucho que ver la caída de las ventas, los altos costes y el fuerte aumento en las tasas a las empresas que ha llevado a cabo el Gobierno. Las duras condiciones fiscales y una serie de críticas desfavorables de la clientela en varios de sus establecimientos serían la causa de los problemas que aquejan la marca de este mediático chef. Aunque varios expertos apuntan a otro motivo: el la creciente competencia de negocios particulares que están poniendo en peligro el de las grandes cadenas. Además de Barbecoa y Jamie’s Italian, Oliver posee otras dos franquicias, Fifteen y Jamie’s Oliver Dinner), que, de momento, no están en venta. En total, 89 restaurantes en 24 países llevan su firma.

Como gran estrella de la televisión que es, con varios programas que llevan su nombre y con más de una decena de libros en el mercado, este cocinero nacido en el condado de Essex, al sureste de Inglaterra, atraviesa un momento complicado. Se estima que tiene una fortuna de unos 150 millones de libras (cerca de 170 millones de euros) y su imperio gastronómico incluye, además, una escuela de cocina, un servicio de catering, una firma de utensilios de cocina, una de fragancias para el hogar, hornos de leña, diversas apps para móviles y hasta un videojuego. En España, también conocido por sus programas de cocina , muchos se echaron las manos a la cabeza con su polémica «paella con chorizo».

Pese a todo, Jamie Oliver todavía resulta intocable en el Reino Unido. Abanderado de la comida sana, fue nombrado Miembro de la Orden del Imperio Británico tras llevar a cabo una iniciativa en la que visibilizo la situación de los jóvenes desfavorecidos en el país entrenando y contratando a 15 de ellos como ejemplo para uno de sus restaurantes estrella. En 2005, gracias a sus campañas de concienciación para luchar contra los malos hábitos alimenticios consiguió que el gobierno laborista de Tony Blair se comprometiera a gastar casi 300 millones de euros en mejorar la calidad de las comidas en centros escolares para niños. No fue aquella su única cruzada: hace tres años inició otra contra las bebidas azucaradas, logrando que el ejecutivo de David Cameron aprobara un impuesto para este tipo de bebidas. Todo esto sin una sola estrella Michelin que le respalde.

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