Sara Carbonero e Íker Casillas cumplen su primer año en Oporto

Íker Casillas y Sara Carbonero han cumplido un año en Oporto, donde el exportero del Real Madrid afronta su segunda temporada en el histórico equipo de la segunda ciudad portuguesa.

Los éxitos profesionales no parecen acompañarlos últimamente, pues él no ha sido convocado para la selección española y ella fracasó este verano en su regreso a Mediaset. Pero están encantados de vivir al otro lado de la frontera, con el pequeño Lucas como compañero de juegos de Martín.

«Las sensaciones son muy diferentes a las del año pasado. Por un lado, no hemos tenido que ponernos a buscar casa sino que ya tenemos aquí nuestro hogar. Por otro, conocemos la ciudad, tenemos amigos e incluso nos defendemos con el portugués», confiesa en su blog la periodista.

Sara no oculta su «saudade», tal cual dice con su particular mimo: «La vuelta a nuestra segunda casa ha sido muy agradable. Después de casi tres meses fuera, reconozco que he echado de menos Oporto, por la que sentí un amor a primera vista. Es una ciudad que parece haber vivido muchas vidas y haber sido muchas cosas. Sus viejas fachadas guardan historias, sus calles sombrías provocan a menudo melancolía». Y así, con esa atmósfera tan especial, la orilla del río Duero ha conquistado a esta «it girl» que también marca tendencia en Portugal, donde su popularidad va en aumento.

Cada vez que acude al palco del Estadio do Dragao para ver a Íker en el campo, no faltan los paparazzi , prestos a captar una instantánea de la «wag» más famosa del país vecino. Mucho más desde que él anuncia la marca lusa de calzoncillos Ímpetus y ella muestra su fidelidad a los zapatos de Friendly Fire, con una gran proyección desde Portugal. Sara, quien comparte con la mismísima Carlota Casiraghi su devoción por los productos de cuidado personal de Claus Porto, se ha convertido en una de las grandes embajadoras turísticas del lugar: «Os animo a que visitéis esta preciosa ciudad que tenemos tan cerca de España».