Los Reyes y su encuentro privado con Rod Stewart

Justo cuando todos los reporteros se encontraban en el photocall del Teatro Real en el primer día del Festival de Universal Records que se inauguró con la actuación del cantante Rod Stewart, por una entrada lateral hacían su llegada los Reyes sin que apenas diera tiempo para que los fotógrafos inmortalizaran ese momento.

Al no figurar en la agenda oficial se trataba de un acto privado que fue una sorpresa para la mayoría y de ahí la cara que se le quedó a muchos cuando vieron cómo Don Felipe y Doña Letizia subían la escalinata del Teatro acompañados por unos amigos y casi mezclados con el resto de asistentes. Evitaron cordones de seguridad o los protocolos de los actos institucionales y de ahí que llegaran andando hasta la plaza de la Opera y se sentaran en un palco lateral a pesar de disponer del real que está justo en frente del escenario.

No es la primera vez que los Reyes prefieren ver los montajes desde las butacas de platea o incluso desde otros palcos y de ahí que muchas personas ni se dieran cuenta que estaban en el recital.

Para Rod Stewart fue una noche muy especial, ya que a sus 71 años no sólo demostró que está en plena forma sino que pudo disfrutar de la gozada de actuar en el escenario del Real que estos días también visitarán José Luis Perales o el Arcángel, entre otros artistas programados.

El británico saludó desde el escenario al Rey y hasta disfrutó como un chaval lanzando balones al público mientras algunos rezaban para que ninguno de esos pelotazos destrozara el mobiliario del teatro. Con su cacareado tema «Do you think I’m sexy?» se despidió y eso que sus seguidores esperaban otro bis del artista con las mejores mechas y las señoras más estupendas en su haber matrimonial. Pero no. Se fue para no volver y los primeros en darse cuenta fueron precisamente los Reyes que abandonaron el palco mientras el público insistía en una nueva canción.

Acompañados por sus amigos se dirigieron al camerino del artista que les hizo esperar unos minutos en la sala contigua mientras se daba una ducha y hacía un nuevo cambio de ropa. Ya aseado, Stewart pudo charlar de forma tranquila con Don Felipe y Doña Letizia y hasta hacerse algunas fotos con el móvil de la Reina que inmortalizó muchos momentos de su actuación, videos que luego mandaba a sus amistades a decir del uso que le dio al teléfono durante el concierto. Antes de despedirse se sumó al encuentro el cantante David Bisbal, también de la misma discográfica, en una reunión que no se inmortalizó en una foto oficial y sí en sus teléfonos respectivos.

Tras esa improvisada recepción los Reyes abandonaron el Real por una de las puertas laterales para regresar a palacio con el eco de la voz rota de un Stewart que con chaqueta de lentejuelas y zapatos plateados sigue siendo un grande de las baladas de rock.