Kate y Gerry McCann durante su entrevista con la BBC
Kate y Gerry McCann durante su entrevista con la BBC - REUTERS
GENTE

Los padres de Madeleine mantienen la esperanza tras 10 años desaparecida

Scotland Yard asegura haber hecho «un progreso real» y una mujer puede aportar una «pista clave»

Londres Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Este 3 de mayo se cumplen diez años de la desaparición de la niña inglesa Madeleine Beth McCann en un resort playero del Algarve. Es sin duda el caso de su tipo más mediático de la historia, en parte gracias a la lucha de sus padres, los médicos católicos Kate y Jerry, nacidos en 1968, que jamás han tirado la toalla y que al principio llegaron a ser considerados sospechosos por la policía portuguesa. «Haremos lo que haga falta durante el tiempo que haga falta», han declarado los McCann con motivo del aniversario. Madeleine tendría hoy 14 años. La policía británica no desiste de encontrarla y habla de «un progreso real en las investigaciones en el último lustro».

La pequeña Madeleine poco antes de desaparecer
La pequeña Madeleine poco antes de desaparecer - EFE

Kate, cuyo apellido de soltera es Healy, nació cerca de Liverpool y Jerry en Glasgow. Se conocieron estudiando medicina en la Universidad de Dundee. En la primavera de 2007 tenían tres hijos: Madeleine, la mayor, de 3 años, y los gemelos Amelie y Sean, de 2 años. Kate trabajaba de médico de familia y Jerry como cardiólogo. Vivían en el centro de Inglaterra, en un bonito pueblo cercano a Leicester. Con un grupo de siete amigos y sus progenies se fueron unos días de vacaciones al sur de Portugal, a un resort blanco de tipo medio en Praia da Luz. A las ocho y media de la tarde, acostaron a Madeleine y los gemelos y salieron a cenar, como cada día, con su cuadrilla a un vecino mesón de tapas, a solo 55 metros de los dormitorios. A las diez Kate fue a ver cómo estaban los niños y descubrió que Madeleine había desparecido. Comenzaba una tragedia que quebró sus vidas.

En un primer momento la policía lusa consideró sospechosos a los McCann y manejó la hipótesis de que Madeleine pudo morir en la habitación y sus padres habrían ocultado el cadáver. En julio de 2008 la Fiscalía lusa archivó el caso por falta de pruebas. «La injusticia de este caso, y una de sus claves, es que después de que la policía portuguesa cerró la investigación inicial nadie estaba haciendo nada de manera activa para buscar a Madeleine», lamenta Jerry, que hoy goza de una alta reputación profesional como cardiólogo.

Recreación de cómo sería Maddie en 2012
Recreación de cómo sería Maddie en 2012 - EFE

Cuando las policías tiraron la toalla, los McCann mantuvieron vivo el caso contratando a detectives privados, a los que pagaron gracias a donativos populares. «A lo largo de estos años hemos visto lo peor y lo mejor del ser humano y como balance lo que más hemos experimentado es la bondad de la gente», explica Kate, que acaba de volver al ejercicio de la medicina tras años dedicada al completo a la causa de su hija.

La parte más horrible del público se ha destapado en las redes sociales, como comienza a ser habitual, con todo tipo de insultos y teorías conspiratorias: «Lo que ahí se dice es horrible para nuestros niños. He visto aspectos de la naturaleza humana que no habría imaginado antes», se lamenta la madre, en una entrevista concedida a la BBC.

En 2010 el matrimonio se entrevistó con la ministra del Interior, la hoy premier Theresa May, que accedió a dinamizar el caso. Fue reabierto al año siguiente con 30 detectives de Scotland Yard asignados. Hoy quedan solo cuatro agentes, pero la policía asegura que maneja «pistas significativas». En concreto, confían en interrogar en breve a una mujer a la que han buscado por media Europa, vista en el resort de Praia da Luz en la noche de los hechos y que podría arrojar una nueva luz al caso. En los últimos cinco años la policía inglesa ha revisado 40.000 documentos y hablado con 600 personas.

En un país donde el dinero público se mira al detalle, es motivo de controversia que desde el 2011 hasta hoy la investigación de Scotland Yard sobre Madeleine ha costado el equivalente a 13 millones de euros. Jerry califica de «muy injusto» que se les reproche ese gasto y recuerda que «el caso es extraordinariamente raro» y que la investigación puede ayudar a destapar otros crímenes. Kate admite que esos millones le resultan «embarazosos», porque otros padres no han sido tan afortunados.

La policía portuguesa también reabrió el caso en 2013. Pero los McCann continúan luchando en los tribunales contra el antiguo jefe policial luso Goncalo Amaral, autor de un libro donde se insinúa que estarían detrás de la desaparición. La prensa inglesa asegura que aprovechando el aniversario, Amaral ha cobrado 12.000 euros por una entrevista televisiva en la que vuelve a señalar a los padres.

Kate sigue comprando cada año postales de cumpleaños cuando llega el día en que nació Madeleine. «Todavía hay una esperanza real de que podamos encontrarla», asegura esta mujer rubia y enjuta, al que el caso ha dejado una evidente tristeza interior, aunque recalca que el matrimonio ha logrado rehacer su vida, sobre todo por el bien de sus gemelos.

Ver los comentarios