El «nuevo clasicismo» de Melania Trump
La primera dama norteamericana ha campado a sus anchas por Europa dando una lección de estilo y protocolo
El matrimonio Trump visitó Europa estos días atrás, recalando en cuatro países con una larga serie de actos casi maratonianos. Melania Trump «desfiló» victoriosa en Bruselas, Londres, Escocia y Helsinki, con una elegancia sin par que hace años hubiese resultado inesperada en esta modelo llegada de la antigua Yugoslavia y convertida en primera dama del país más poderoso -por el momento- del mundo. Melania, que se deja aconsejar, ha dado sopas con hondas a sus homólogas europeas.
Al salir de los Estados Unidos en dirección Europa, llamó la atención luciendo una elegantísima falda camel con vuelo y cinturón de Martin Grant y zapatos de Louboutin recubiertos de PVC. Grant, un australiano que reside en Francia desde la adolescencia, cuenta con clientas como la ex jequesa de Qatar , Rania de Jordania o Cameron Diaz . A su llegada a Bruselas, Melania apareció discretamente vestida con una tradicional y larga gabardina de Burberry completamente abotonada: ni rastro de los antiguos escotazos de Melania cuando «solo» era aún la esposa de un millonario norteamericano.
Horas después, en la reunión de «consortes» de los líderes de la OTAN, Brigitte Macron y Melania Trump volvieron a ser las estrellas. La Trump llevó un elegante vestido azul marino de largo años 50 y silueta New Look de Calvin Klein , una casa de modas cuyo director creativo es actualmente el belga Raf Simons . Brigitte acudió con un traje sastre blanco de Vuitton . Tras esta reunión, la comitiva se dirigió al Parque del Cincuentenario, situado en el barrio europeo de Bruselas, que fue el escenario de una cena en la que Melania llevó un sugerente -aunque recatado- vestido de cóctel blanco con transparencias de largo Midi, del creador libanés Elie Saab y unos salones nude, de nuevo de Christian Louboutin. Sin accesorios ni complementos, Melania brilló incluso frente a una estilosa Brigitte Macron que eligió un esmoquin de Louis Vuitton con solapas contrastadas.
Melania Trump llegó al aeropuerto Stansted de Londres con un modelo más recto bajo la rodilla en beige con cinturón fino de color rojo de Roland Mouret , disponible en Saks Fifth Avenue por 1.400 euros. Escogió otro par de zapatos de Christian Louboutin, el quinto en tres días. Descendió por la escalerilla junto a su marido, Donald Trump, y un séquito que portaba maletas de Louis Vuitton de todos los tamaños.
Cena de gala
Para la cena de gala en Blenheim Palace con la primera ministra británica, Theresa May , como anfitriona, Melania escogió un reluciente vestido largo con capa incluida en muselina plisada en tono amarillo de J. Mendel, un atuendo mucho más «principesco» que el de la discreta premier británica . Al día siguiente, acudió al Hospital Real de Chelsea luciendo un precioso vestido de Victoria Beckham en varios tonos.
Para tomar el té en Windsor, invitados por la Reina Isabel , Melania se decidió por un atuendo similar al que Carla Bruni llevó hace años al aterrizar en Londres por primera vez en visita oficial: un tailleur de Christian Dior -en este caso, blanco- que acompaño de un recogido sencillo y otro par de Louboutins.
Como salida de un concurso hípico de los años 80 o de una finca escocesa en fin de semana, Melania Trump «bordó» su llegada a Glasgow con pantalones beige, una husky verde acolchado de Burberry, bolso de Hermés en cuero camel y pañuelo al cuello de la misma casa francesa. Un nuevo clasicismo retro muy chic.
Y finalmente, a su llegada a Helsinki, Melania lució pantalones pitillo, bailarinas y chaqueta larga en tono gris, mientras que para su acto más representativo en Finlandia eligió un delicado vestido abrigo amarillo sunshine de Gucci , deslumbrando a todos en el encuentro de Vladímir Putin y Donald Trump. Definitivamente, Melania ha conquistado Europa con su «nuevo clasicismo».
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