El mar como fuente de vida

Nació en un pequeño pueblo napolitano de costa llamado Portici y desde que llegó a España, hace dos años, ha explorado a fondo las islas Baleares y Canarias

Stefano Saninno, en la Embajada de Italia S.S.

Stefano Sannino

Hace dos años, concretamente, en marzo de 2016, dejé Bruselas -donde ejercía de Representante Permanente de Italia ante la Unión Europea - para afrontar mi cargo como embajador de Italia en España. Desde entonces, he optado por pasar mis vacaciones de verano en este fantástico país. La variedad de destinos es inmensa , pero reconozco que tengo cierta predilección por las islas.

Yo nací en un pequeño pueblo napolitano de costa llamado Portici y siento el mar como una parte fundamental de mi vida. Por eso, no he querido dejar de conocer tanto el archipiélago canario como balear. El año pasado, el grueso de mis vacaciones las pasé en Menorca e Ibiza , y este año, he vuelto a Ibiza y he conocido Mallorca.

Mis viajes a las islas Canarias los reservo para invierno. Precisamente, en enero de este año me he escapado unos días con mi marido Santiago a Lanzarote. ¡Qué maravilla, una joya absoluta que conserva perfectamente su arquitectura y sus características tan peculiares ! Fue una grata experiencia poder percibir ese contraste de temperatura, pasar del frío madrileño al calor subtropical, tan solo en un viaje de avión.

Sannino con su marido, Santiago Mondragón, en Lanzarote (Canarias) S.S.

Más allá de las islas, si tengo que resaltar un destino veraniego realmente especial para mí, ese es Cadaqués . La familia de Santiago siempre pasa sus vacaciones allí y por tanto, se ha convertido en nuestro lugar de reencuentro. La Costa Brava es preciosa y, en especial, este pueblo pesquero, que se ha preservado muy bien a lo largo de los años. Nosotros disfrutamos mucho de la familia y los amigos, y de la tranquilidad de los paseos en barco.

Cultura y gastronomía, de la mano

Son muchos los rincones que puedo resaltar de España. Sin embargo, también destaco su densa agenda cultural. En verano, brotan los festivales de teatro por todo el país. Por ejemplo, el Festival de Perelada , al cual he asistido durante estos dos años y el Festival de Mérida, un entorno mágico que da vida al teatro clásico .

Pensar en el verano y acordarme de estos destinos está directamente relacionado con una serie de alimentos típicos de esta época del año. Me gusta mucho la especialidad de convertir una sopa en un líquido frío . ¡Me quedo con el gazpacho y la sopa de melón!

«Soy un amante del pescado, el gazpacho y la sopa de melón»

Además, tengo que reconocer que soy un amante del pescado y estoy encantado, porque en todos los enclaves en los que he estado, he encontrado una variedad fantástica. Hace unos días visité Cádiz y he vuelto enamorado de los rincones que voy descubriendo y la gastronomía que voy degustando, como en Sanlúcar de Barrameda, donde comí de forma espectacular. Ahora, si tengo que resaltar una ciudad, me quedo con El Palmar de Vejer... ¡Fue como volver atrás en el tiempo !

Me encanta Andalucía, pero si me dejo llevar por el estómago, tampoco podría elegir un destino en particular. El País Vasco y Galicia son zonas donde he comido extraordinariamente bien y donde percibes lo diferente que puede ser un país: de pasear por la costa enfrente de África a deleitarte con la gran cordillera de los Pirineos . ¿Qué más se le puede pedir a la vida?

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