Juan Carlos Monedero se pierde el roscón de Carmen Lomana

A golpe de roscón de Reyes, Carmen Lomana se ha ganado el título de la «Madame de Staël del siglo XXI». Al igual que la legendaria Anne-Louise Germaine Necker, la mediática empresaria y «socialite» ha logrado convertir el salón de su fabuloso piso del madrileño barrio de Chamberí en uno de los centros de debate más divertidos de la capital. En la noche del 6 de enero Lomana reunió a un grupo de lo más variopinto alrededor de una mesa plagada de dulces, chocolate caliente y champagne francés. Eugenia Martínez de Irujo y su hermano Fernando, la «it girl» Fiona Ferrer, el actor y artista Jordi Mollá o el joyero Miguel Mas fueron algunos de los asistentes a la velada.

Casi todos ellos esperaban la llegada de Juan Carlos Monedero, que el año pasado causó verdadera sensación en su aparición en el tradicional roscón de Lomana. El político de Podemos quería repetir y había confirmado su asistencia, pero en el último momento tuvo que cancelar debido a una severa afonía. «A mí me gusta mezclar gente. Si todos los invitados fueran exactamente iguales esto sería muy aburrido. Es una pena que Juan Carlos no haya podido venir, siempre es interesante charlar con personas que tienen opiniones diferentes a las de uno», comentó la anfitriona, a quien le gusta pensar que su casa es como una «Factory» warholiana: «Las puertas están abiertas a todo el mundo».

A falta de Monedero, el estilista Josie fue uno de los invitados más solicitados de la noche. El experto en moda fue quien convenció a Cristina Pedroche para que luciera el «naked dress» de Nochevieja del que todo el mundo sigue hablando y ahora es uno de los personajes más cortejados del «show business». «La última semana ha sido una locura. Me han quemado el teléfono móvil a mensajes», admitió el gurú de estilo entre risas, quitando hierro a las críticas que recibió por haber vestido a la popular presentadora de Vallecas. Josie protagonizó uno de los momentos más ocurrentes de la noche haciéndose una fotografía en brazos del apuesto Federico Ruiz.

Por los salones de Lomana también se dejaron ver el escritor Javier Moro, Beba Fernández Longoria, la elegantísima Nuria March o el siempre caballeroso Daniel San Martín, que este año no acudió acompañado de su querida amiga la princesa Beatriz de Orleans. Ya al final de la noche, la galerista Topacio Fresh se convirtió en fotógrafa oficiosa de la doctora Ana Vila Joya y de Gómez Borrero. «¿Nos puedes tomar una foto?», le preguntó la famosa médica, que trata a medio barrio de Salamanca (y a la otra mitad también). «¡Por supuesto! Te haré más de una», respondió Topacio, ante la divertida mirada de su marido, Israel Cotes. Estas cosas solo ocurren en casa de Carmen Lomana.