Belén Díaz Alonso

José Ortega Cano: «Este año me caso con Ana María»

El torero confirma a ABC que pronto llevará al altar a su novia, Ana María Aldón. Además abrirá una granja-escuela en su nueva finca

Madrid Actualizado: Guardar
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José Ortega Cano (63 años) comienza 2017 con más ilusiones que disgustos. Aunque sus mayores preocupaciones giran en torno a su hijo José Fernando -esta semana se ha sabido que el joven fue detenido el pasado 13 de enero en Sevilla por incumplir una orden de alejamiento con una mujer, cuya identidad no ha sido desvelada-, el diestro cartagenero ya vislumbra nuevos horizontes personales y profesionales.

Antes de su ingreso en la cárcel de Zuera (Zaragoza) el 23 de abril de 2014, con una pena de dos años, seis meses y un día de prisión por un delito de homicidio imprudente y conducción temeraria que provocó la muerte de Carlos Parra en mayo de 2011, Ortega afirmó a ABC que cuando cumpliera su condena se casaría con la madre del menor de sus hijos, José María (3).

Ahora, confirma a este periódico su intención de llevar próximamente al altar a Ana María Aldón. «Este año me caso con Ana María. Será una boda íntima, porque la grande fue la que tuve con Rocío Jurado y eso es irrepetible. Como buen creyente, quiero pasar por el altar con mi mujer. Espero que sea un día bonito y tranquilo», anuncia el diestro en conversación con ABC.

Desde que en febrero de 2012 se conociera la relación del torero con Ana María, la pareja no se ha separado nunca. Un año más tarde, nacía el pequeño José María, precisamente cuando arrancaba el juicio por el accidente de tráfico que a él le dejó malherido y que se llevó la vida de Parra. «El niño es una bendición, es un don de Dios. Yo aceptaré lo que venga», decía a la salida de la clínica Ruber de Madrid, donde nació el pequeño. Poco después ingresaba en el penal de Zuera y allí permaneció hasta junio de 2015, cuando consiguió el tercer grado penitenciario y pudo volver a casa. Ahora quiere dar el siguiente paso junto a la mujer que le ha devuelto la alegría y la tranquilidad.

Cursos para niños

Y como la ilusión de cualquier torero, además, es tener su propia finca, Ortega estrena propiedad. Hace tres años y medio vendió la finca «Yerbabuena», en la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos y escenario de su gran boda con Rocío Jurado; más tarde se desprendió de otro terreno que había comprado en Extremadura tras la venta de «Yerbabuena». Ahora, Ortega Cano ha decidido invertir en una «finquita» cercana a Fuente del Fresno, donde se encuentra su residencia a las afueras de Madrid. Tiene la intención de explotar este lugar como granja-escuela. «Es una finca con mucha vegetación y con una casa muy grande. Queremos montar una zona canina con adiestramiento y residencia, y también tendremos más animales. Es una idea que nos entusiasma, y si además nos proporciona algún beneficio, pues todavía mejor», argumenta el diestro. Y añade: «La granja-escuela será para cursos de verano y otras temporadas del año. Se levantarán instalaciones muy bonitas donde los niños podrán aprender a hacer pan, aceite, vino… Yo estaré supervisando, aunque, lógicamente, habrá profesionales que estarán al frente».

Buenos recuerdos

Para Ortega Cano, vivir en plena naturaleza es algo tan necesario como el aire que respira. En esta nueva etapa de su vida, en la que está disfrutando al máximo de su hijo pequeño, su idea es enseñar a José María todas las virtudes del campo y conseguir lo que no pudo con el díscolo José Fernando, que a día de hoy sigue siendo su gran fuente de desasosiego. «Lo que tiene que hacer mi hijo es curarse», comenta.

Aunque en algunos medios se había especulado con la posibilidad de que José Fernando se instalara en la nueva finca, lo cierto es que no será así. Ortega cree que el joven tiene que seguir en los centros donde le traten sus adicciones y dolencias, pese a que cada dos por tres abandona los programas y vuelve a las andadas. Mientras tanto, Ortega Cano seguirá instalado, con su futura esposa y su hijo menor, en la vivienda que muchos años atrás él adquirió en Fuente del Fresno, que ahora mismo está en proceso de reformas. «En esta casa vivió mi madre y siempre me trae muy buenos recuerdos», cuenta.

El torero salió de aquella vivienda el día que decidió compartir su vida con Rocío Jurado, aunque también es cierto que volvía cada dos por tres para que su madre, doña Juana, no notara su ausencia. «Dejaba cosas mías en los armarios y yo venía a verla muy a menudo para que no se sintiera triste», recuerda Ortega Cano, quien tiene a su progenitora muy presente en fotografías y cuadros que cuelgan de las paredes de esa vivienda. «Acabamos de reformar toda la cocina y nos ha quedado de cine. Al final, en las casas, donde más se vida se hace es en la cocina y en el dormitorio», explica ilusionado ante sus nuevos proyectos.

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