De Isabel II a Guillermo de Inglaterra: así fueron las bodas de otros miembros de la realeza británica
Con la del Príncipe Harry, son una decena las bodas de familiares a las que Isabel de Inglaterra acudió como Reina
El Príncipe Harry y Meghan Markle ya son marido y mujer. Su romántica y multitudinaria boda podría recordar a la de Isabel II y Felipe de Edimburgo , sino fuera porque 70 años de diferencia son muchos años. La novia sigue vistiendo de blanco , el novio sigue luciendo el uniforme militar, pero ni Meghan ha tenido que optar a cartillas de racionamiento para pagar su vestido ni Isabel II contó con las redes sociales para hacer partícipes a los ingleses (y al mundo) de su enlace. Así fueron las otras bodas de la Familia Real británica, una decena de enlaces a los que Isabel de Inglaterra acudió como Reina.
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Isabel II y Felipe de Edimburgo
«Lilibet» tenía 13 años cuando conoció a Felipe de Grecia y Dinamarca, un atractivo joven que disfrutaba de la boda de Marina de Grecia. Se enamoraron en ese instante y la futura reina tuvo que imponerse a su familia para poder casarse con su primer amor. Tan difícil se lo pusieron que optó por comprometerse por secreto.
Para casarse con la princesa Isabel, Felipe se vio obligado a renunciar a todos sus títulos y recibir a cambio el de duque de Edimburgo. El 20 de noviembre de 1947, la pareja contraía matrimonio en la Abadía de Westminster, con todo el pueblo británico en la calle para felicitar a los novios .
La joven Isabel tuvo que pagar su vestido con cartillas de racionamiento , un diseño de satén de color marfil decorado por unas 10.000 perlas blancas.
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Carlos de Inglaterra y Diana de Gales
La boda de Carlos de Inglaterra y Diana Spencer se ganó a pulso el ser conocida como «la boda del siglo»: más de 700.000 millones de personas siguieron el enlace por televisión.
Era una historia de cuento de hadas: el príncipe heredero y la joven virginal, rubia, de ojos azules, enamorados como solo se enamora uno por primera vez. Y la boda era la culminación de su historia de amor : celebrada en la catedral de San Pablo, la novia llegó en una carroza de cristal con un vestido de seda color marfil cuya cola medía 25 metros.
Lamentablemente, el matrimonio no estuvo a la altura de la boda. El primer inconveniente, claro, era que el príncipe no estaba enamorado de Diana, sino de Camilla Parker-Bowles . Fueron unos años desdichados que terminaron con Diana de Gales divorciándose y diciendo en televisión aquello de «en mi matrimonio éramos tres personas» .
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El Príncipe Carlos y Camila
Carlos de Inglaterra y Camila de Cornualles tardaron un par de décadas en lograr el permiso de Isabel II para comprometerse. Con la vida fijada, tuvieron que posponerla otra semana más, hasta el 9 de abril de 2005, por el fallecimiento del Papa Juan Pablo II .
Poco tuvo que ver el enlace con ela primera boda de Carlos de Inglaterra. Apenas 20 invitados a la boda civil y unos 800 para el banquete posterior. Tampoco la cobertura mediática estuvo a la altura. Y eso que los novios aprovecharon su boda para pedir perdón por «nuestros múltiples pecados y maldades» . Es decir, todos los años que el heredero fue infiel a su primera esposa junto a Camila.
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Guillermo de Inglaterra y Catalina
El 29 de abril de 2011, los británicos volvieron a creer en los cuentos de hadas. En 2001, Guillermo de Inglaterra había caído rendido a los pies de Kate Middleton, su compañera en la Universidad de Saint Andrews (Escocia). Tras nueve años de noviazgo, contrajeron matrimonio en la Abadía de Westminster, en una ceremonia que fue seguida por 2.000 millones de personas en televisión, además de los casi 2.000 invitados que estuvieron presentes en el enlace. Entre ellos, David Beckham , Elton John o el cartero del barrio en el que creció la novia.
El día que se convirtió en Catalina de Cambridge , la novia escogió un diseño de color marfil y blanco satinado , con escote corazón diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen .
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El Príncipe Andrés y Sarah Ferguson
El duque de York conoció a Sarah Ferguson gracias a Diana de Gales. La madre de Harry y Guillermo fue la celestina perfecta para la pareja, que el 23 de julio de 1986 contraía matrimonio en la Abadía de Westminster, en una ceremonia que apenas duró 45 minutos. Hasta 500 personalidades se congregaron en el templo para asistir al enlace, entre ellos Harald y Sonia de Noruega o A lberto de Mónaco . Para su boda, la pelirroja eligió a Lindka Cierach para dar forma a su vestido, cuya cola medía 7 metros.
Aunque la pareja contrajo matrimonio convencida de su amor -Sarah juró «amar y obedecer» a su esposo-, el fuerte carácter de la novia y los escarceos del novio terminaron con el matrimonio. A pesar del divorcio, guardan una relación formal y este año volverán a enontrarse en la boda de su hija , la princesa Eugenia de York .
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La Princesa Ana y Mark Phillips
La princesa Ana , hija mayor de Isabel II y el duque de Edimburgo, se casó el 14 de noviembre de 1973 en la Abadía de Westminster, en una ceremonia que se retransmitió por televisión, con el capitán Mark Phillips .
Curiosamente, la pareja no quiso que ninguno de sus hijos heredera un título real. En 1992, anunciaban su divorcio.
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La Princesa Ana y Timohty Lawrence
No pasó ni un año desde su divorcio cuando la princesa Ana volvía a decir «sí, quiero», en esta ocasión al vicealmirante Timothy Laurance . La ceremonia se celebró el 12 de diciembre de 1992 en Escocia, donde se permite el matrimonio religioso a personas divorciadas, en la más estricta intimidad. De hecho, solo transcendieron las fotos oficiales de los novios.
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Eduardo de Wessex y Sophia
El hijo pequeño de la Reina de Inglaterra y el duque de Edimburgo es el único de los cuatro que no se ha divorciado (de momento). El príncipe Eduardo y Sophie Rhys-Jones eligieron la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, para celebrar su matrimonio, mismo lugar en el que se convirtieron en marido y mujer el Príncipe Harry y Meghan Markle .
Fue una celebración discreta. Los novios recibieron los títulos de condes de Wessex y vizcondes de Severn . La novia, que tuvo que renunciar a su importante cargo en una agencia de relaciones públicas, encargó su vestido de novia a Samantha Shaw y lució joyas diseñadas por el propio Eduardo.
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Zara Phillips y Mark Tindall
Tras siete años de noviazgo, la nieta de Isabel II y el conocido jugador de rugby Mike Tindall contraían matrimonio un 3 de julio de 2011 en la iglesia de Canongate (Escocia). Una boda discreta con la que la joven rendía tributo a su madre, último miembro de la Familia Real británica en casarse en suelo escocés
La joven se decantó por un vestido de novia clásico y lució la tiara Griega, una de las favoritas de su madre. Junto a Tindall, Zara es madre de una hija, Mia, que hace las delicias de Isabel II.
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Luis Mountbatten y Edwina
Antes de convertirse en el último Virrey de la India, Luis Mountbatten se enfrentó a otro reto: su boda con Edwina Ashley , bisnieta del conde de Shaftesbury, nieta favorita del magnate Ernest Cassel y heredera de su fortuna.
La pareja cotnrajo matrimonio el 18 de julio de 1922, ella con un vestido de seda que seguía el patrón de la moda del momento y él con uniforme militar. Tras la boda, disfrutaron de una luna de miel por varias cortes europeas, para poner rumbo a América y visitar las cataratas del Niágara.
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La Princesa Margarita y Lord Snowdon
Qué se puede decir de Margarita de Inglaterra que no haya contado ya la serie « The Crown ». La hermana rebelde de Isabel II renunció a su gran amor, el capitán Peter Townsend , y terminó casándose con el fotógrafo Antony Armstrong-Jones un 6 de mayo de 1960 en la Abadía de Westminster. Su boda fue retransmitida por televisión y el inicio de una relación llena de escarceos extramatrimoniales y escándalos que llevaron a la monarquía inglesa a la portada de los medios sensacionalistas.
