Mercedes-Benz Fashion Week Madrid
Gabinete de curiosidades
Es la era de las capas remasterizadas y los plumones en materiales técnicos
Un cabinet de curiosités se define en francés como el recoveco en el que se aloja un coleccionismo compulsivo de multitud de objetos e inventos raros, así como de piezas del mundo animal, vegetal y mineral. Y esa nada menos ha sido la curiosa inspiración de Teresa Helbig para la colección que presentó ayer en Madrid.
Las imágenes románticas de caballitos de mar se alternaban con los vestidos hecho a base de panales de abeja , con distintos tamaños y formas para crear volúmenes diversos. Las perlas se aplicaron a vestidos, camisas y abrigos, sirviendo de complemento en el cuello, los puños e incluso en la botonadura. Las prendas de cuero utilizaron los diferentes acolchados con la misma misión de dar forma, mientras que la temática de inspiración asiática proliferaba en vestidos con cuello Mao y forma de qipao chino.
Los abrigos con apliques de pieles en los puños y cuellos, las capas forradas en tonos pastel y los vestidos largos compusieron una colección sólida e impecable. Pero como siempre, casi lo que más nos maravilla es la capacidad de Teresa para hacer de sus vestidos de corte baby doll con algo de vuelo y escuetas dimensiones, prendas elegantes y favorecedoras. No faltaron las «filigranas» de siempre, inventos del taller de Teresa como los minivestidos hechos de tiras bordadas con pedrería cosidas entre sí en forma paralela o intercalados de modo trenzado. El trabajo delicado de sus modistas, y el estilo bohemio y romántico, con un toque rockero, son su especialidad.
Colección de vanguardia
Custo desfiló con un magnífico conjunto de prendas que combinaba la artesanía con los materiales técnicos , dando lugar a una colección vanguardista que sienta tendencia y tratan de replicar sus imitadores. Los plumones oversize, una de las prendas más in de esta temporada, estaban hechos con materiales técnicos como el jaquard de hilos de lurex, rellenos de pluma de oca y forrados con tejidos estampados en seda. Los abrigos de corte étnico combinaban la antelina, los flecos, los tisajes tribales e interiores de pieles de pelo artificial, más suaves y apetecibles que las naturales. Y más ecológicas. Loti y Montana Dalmau, sus hijas mayores, desfilaron con vestidos de lentejuelas elásticas de escotes asimétricos. Incansable y creativo, el equipo de Custo va a la cabeza en cuanto a materiales, estilismo y distribución internacional.
Ulises Mérida , curtido en las artes de la costura a medida, presentó su colección de prêt-à-porter, disponible en su espacio de la calle Cervantes de Madrid. Los bufandones de lana de mohair funcionaban como chales sobre vestidos y pantalones pitillo. Mérida supo contar con buenos talleres artesanales de Madrid. La colección de capas remasterizadas y kimonos hechos en Seseña, todo un clasico, se realizaron tanto para el día como para la noche. Los zapatos bicolor con lazada se habían elaborado en Franjul un taller que nació hace 70 años en el Barrio de las Letras. Los pantalones palazzo de nido de abeja se alternaron con otros de corte pitillo y con vestidos de tiras de seda unidas y cortadas al bies.
Malne presentó algunos modelos efectistas con tocados al estilo «jefe de los Sioux» y un anorak forrado por dentro y por fuera con plumas sobre un vestido metalizado. Buen resultado de las zapatillas de deporte combinadas con trajes de chaqueta-pantalón y esmoquin. El invento de las sandalias con medias y calcetines, una moda que triunfó entre las modernas de los años 70, ya lo llevaba Miuccia Prada hace 40 años y lo volvió a poner de moda con MiuMiu hace más de un lustro.
Juanjo Oliva , elegante y refinado, fue fiel a sí mismo y presentó modelos de corte limpio en tonos mostaza y tierra.
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