Beyoncé en la Costa Almalfitana junto a su hija
Beyoncé en la Costa Almalfitana junto a su hija - ABC

La «dolce vita» gastronómica de Beyoncé en la Costa Amalfitana

Los guardaespaldas de la reina del pop lanzaron rayos láser a fotógrafos y curiosos mientras ella paseaba con Jay-Z por la Isla de Capri

Corresponsal en Roma Actualizado: Guardar
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Los divos norteamericanos invaden el Mediterráneo, en especial el litoral italiano, español y francés. El Golfo de Nápoles, con sus islas, y la Costa Amalfitana son siempre meta turística de fama mundial durante el verano. Aquí también pasan sus vacaciones la reina del pop, Beyoncé (34 años), acogida con auténtico entusiasmo por sus fans italianos. Junto a ella viaja su marido Jay-Z (46 años), rapero y productor musical. Ambos forman la pareja más adinerada del mundo del espectáculo, con ingresos superiores a los 100 millones de dólares al año, según «Forbes».

A bordo del «Halo», un yate de 57 metros, esta semana llegaron a la isla de Ponza y después se trasladaron a la espléndida Capri, frente a la costa de Sorrento; isla legendaria, con restos arqueológicos romanos y destino favorito para intelectuales, estrellas y turistas de todo el mundo.

Durante decenios ha sido la isla de la dolce vita estival, con personajes de la jet set mundial, entre ellos Jacqueline Kennedy.

Beyoncé durante sus vacaciones en Capri
Beyoncé durante sus vacaciones en Capri - ABC

Beyoncé y Jay-Z, acompañados por su hija, Blue Ivy (4 años) y rodeados por guardias de seguridad, se acercaron hasta la legendaria y céntrica piazzetta de Capri al caer la noche. En un instante se corrió la voz de la presencia de la diva norteamericana y una multitud de curiosos, especialmente jóvenes, se congregó en la zona, siguiéndoles en su paseo y con la esperanza de lograr un selfie o un autógrafo. Difícil intento, incluso para los paparazzi, porque los guardaespaldas de Beyoncé comenzaron a lanzarles rayos láser para impedir que tomaran fotos.

La pareja había reservado mesa en su restaurante preferido en Capri: Aurora, situado en una pintoresca calle cercana a la piazzetta. En una sala privada degustaron sus platos preferidos: pizza al agua -receta secreta del local, que la tiene incluso registrada-, pasta pappardelle con trufa negra y pasta con flores de calabacín, todo ello regado con vinos italianos. Eterna se hizo la espera de sus fans, porque salieron del Aurora a las 4,45 de la madrugada. A esa hora, con las calles desiertas, se creó un insólito cortejo: la pareja, sus guardaespaldas y los propietarios del restaurante, perseguidos por jovencísimos fans y paparazzi, llegaron paseando hasta la piazzetta, donde cogieron un taxi para regresar al puerto y embarcarse de nuevo en el yate «Halo».

Un día después, en su crucero por el golfo de Nápoles, se dirigieron a la Costa Amalfitana. Su meta fue también gastronómica: comieron en el Quatro Passi, en el municipio de Nerano, un restaurante con vista panorámica en una zona romántica del litoral.

Metas gastronómicas

Son muchos los personajes que navegan en sus lujosos yates por las aguas turquesas del golfo de Nápoles, haciendo parada en algunos de sus excelentes restaurantes. Es el caso del empresario Amancio Ortega, que tiene reservada una mesa para el próximo domingo día 14 en el restaurante Indaco (una estrella Michelin) -así se lo confirmó a ABC el chef Pasquale Palamaro-, en la isla de Ischia, a donde llegará a bordo del «Drizzle», un súper yate de 55 metros. Hace unas semanas, el empresario gallego ya degustó algunas de sus especialidades, como la lucerna, el pescado local, y quedó tan satisfecho que ha decidido regresar con unos amigos.

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