Alberto Palatchi y Susana Gallardo, junto a sus hijos Alberto y Marta
Alberto Palatchi y Susana Gallardo, junto a sus hijos Alberto y Marta - JUAN FLORES

El divorcio de los Palatchi sorprende a su entorno más cercano

La pareja ha puesto fin a 30 años de vida en común. «No va a afectar a Pronovias», aseguran

MADRID Actualizado: Guardar
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Después de 30 años juntos y una imagen impecable de cara a la prensa, uno de los matrimonios más queridos y estables de la élite catalana se divorcia. Son el presidente y la vicepresidenta de Pronovias Alberto Palatchi y Susana Gallardo. Este periódico se ha puesto en contacto con la responsable de comunicación de la firma de moda nupcial y no ha querido dar ningún detalle sobre cómo podría influir esta ruptura en la empresa. Sin embargo, fuentes cercanas a la familia han informado a ABC de que «todo va a seguir exactamente igual».

Tal y como han informado algunos medios esta semana, la decisión de poner fin a 30 años de matrimonio la tomó Gallardo el pasado mes de julio, después de que su hija Gabriela le diera el «sí, quiero» al empresario turco Ediz Elhadef en la casa que los Palatchi tienen en Puigcerdà (Gerona).

El entorno de la expareja está muy sorprendido, algunos de ellos se han enterado al atender la llamada de este periódico. Cuentan que «era una pareja muy unida» y que les da «mucha pena» la noticia. Otros, sin embargo, sí conocían la nueva situación sentimental de los Palatchi. «Al principio nos sorprendió a todos la noticia porque no la esperábamos, siempre se les veía bien juntos y son una familia muy querida y admirada», explican desde el entorno íntimo de la expareja. Y añaden: «Ellos lo han hecho todo muy fácil. Saben cuáles son las causas de la ruptura, están de acuerdo y no va a afectar a sus negocios. Van a seguir ocupando los mismos cargos en Pronovias».

La fortuna de los Palatchi está valorada en 750 millones de euros, según «Forbes». Pese a que había mucho que repartir, la pareja ha llegado a un acuerdo y ya se han repartido los bienes. En la casa familiar donde han vivido hasta ahora se ha quedado él y la casa de Menorca se la quedará Susana, al igual que el piso en el que se ha instalado en Barcelona. El resto de bienes se los han repartido equitativamente.

Cinco meses después de tomar la decisión, la noticia de esta ruptura ha llegado a los medios de comunicación, pillando a Gabriela en el extranjero con su marido. Poco después de que el sorprendente divorcio de sus padres viera la luz, volvía a Barcelona, donde pasará estos días de Navidad que, seguro van a ser extraños. Tanto ella como sus dos hermanos, Alberto y Marta, «están pasándolo muy mal» y afrontan la ruptura juntos, como se pudo ver el pasado jueves en una imagen que Gabriela, la más mediática de los tres, publicó en su Instagram.

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